El Vaticano ha enmendado la plana al abad de Montserrat, Josep María Soler, en su campaña a favor de que la Iglesia legitime el proyecto separatista catalán. Este monje benedictino es el principal referente del nacionalismo en el seno de la Iglesia en Cataluña y ha convertido la histórica abadía en el altavoz del nacionalismo político catalán.

En un hecho cuando menos extraño, la Nunciatura Apostólica en España ha emitido un comunicado
de prensa en la que desautoriza al abad de Montserrat. La representación de la Santa Sede en España deja muy clara que la posición de Soler en cuanto a la relación de la Iglesia con el proceso separatista es equívoca y no se corresponde con Roma.

El pasado 23 de enero, el monje benedictino aseguraba que “un eventual estado catalán sería reconocido por el Vaticano“. Estas declaraciones fueron acogidas con gozo por el nacionalismo, que atisbaba una posible victoria en el frente internacional de propaganda. Que la Iglesia diese su visto bueno a Cataluña como país sería un gran arma contra el Gobierno.

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Sin embargo, la Santa Sede ha dado al traste con esta aspiración y niega que vaya a reconocer un estado catalán. Así, en su comunicado publicado este martes asegura que “esta Nunciatura en España quiere precisar públicamente que las mencionadas declaraciones del Abad son opiniones de su exclusiva responsabilidad personal y no reflejan en absoluto la posición de la Santa Sede“.

No es común que la Nunciatura emita comunicados para desmentir o aclarar ciertas posturas de miembros de la Iglesia por lo que este hecho supone un duro golpe en la línea de flotación del sector más nacionalista del clero catalán, encabezado precisamente por el abad Soler.

Desde hacía meses, este mismo sector eclesial venía haciendo entender que la Iglesia aceptaría y bendeciría la secesión y que prepararía una Conferencia Episcopal propia. De hecho, el propio abad de Montserrat insiste en esta idea y asegura que “la Iglesia catalana está preparada” para la separación.

El mismo día que Soler hablaba del reconocimiento de Roma también lanzaba un dardo a los obispos españoles e invitaba “a los otros hermanos católicos de otros pueblos de España” a acoger “una realidad nacional de Cataluña que es previa a la formación del actual Estado” e insistía en que “si Cataluña es una nación tiene derecho a expresarse sobre su futuro”.

El abad de Montserrat no ha dudado durante todo este tiempo en erigirse como el líder moral de los independentistas. Por ello, no ha dudado en utilizar el histórico monasterio para fines partidistas permitiendo que en su interior se celebrara un acto político a favor de la secesión.

javier Lozano Seguir a @Lozano_Javier