No es posible creer en el Dios de Jesús
si no se acepta al hombre.
Este es punto clave en el evangelio de Jesús.

Pienso que Dios prefiere que lo dejemos a El tranquilo, que El no tiene hambre ni soledad, que el lamento viene de la humanidad doliente, esquilmada y apaleada por los caminos de Jericó.

Para Jesús está claro que primero tiene que ser el hombre: “ve primero y arréglate con tu hermano y después ve a rendir culto a Dios”

No es posible creer en el Dios de Jesús si no se acepta al hombre. “El segundo es igual al primero”.

Este es punto clave en el evangelio de Jesús. Fustiga a las autoridades porque oprimen al hombre. El hombre está por encima de la Ley.

Jesús duró poco. Demasiado poco. Duraría poco esa ola de libertad y alegría. Pronto volverían el miedo, los complejos de culpa, los moralistas y una plaga de clérigos, a la antigua usanza, queriendo encauzar el desmadre causado por el ignorante Jesús. Pronto volvería la Ley.

¿No recuerdan Uds. esa otra historia de aquel otro hombre bueno llamado Juan XXIII que abrió ventanas, rompió cadenas, dejó hablar a los mudos, acercó a los enemigos, que dijo que él no era infalible porque no iba a proclamar ningún dogma, que alarmaba a los doctores de la Gregoriana porque decía herejías en sus homilías, que hizo sonreír y soñar al mundo…?

Duró poco esa otra ola de alegría y libertad. Pronto volvería el miedo. Pronto volvería la Ley.