No me refiero a su físico. Los pequeños también merecen llegar a lo más alto. Es hombre de brujuleo curial. Goza con moverse entre bambalinas. El enredo es su ciencia diplomática. No parece que detrás de este pequeño cardenal de cola larga se encuentre un pensador ni un misionero.

Un día le dijo a un gran teólogo ya muerto, gran pastoralista y profesor suyo: “Yo siempre estaré con la autoridad”. No tardé mucho en convencerme de que su frase no había sido sacada de Evangelio.

LE SOBRA COLA

Luis Alemán Mur