Nos encaminamos hacia una época totalmente irreligiosa. Simplemente, los hombres, tal como ahora son, ya no pueden seguir siendo religiosos. Incluso aquellos que sinceramente se califican de “religiosos”, ya no practican su religión; sin duda la palabra “religioso” significa para ellos algo completamente distinto.

¿Qué significan una Iglesia, una parroquia, una predicación, una liturgia, una vida cristiana en un mundo sin religión? ¿Cómo hablar de Dios sin religión, esto es, sin las premisas temporalmente condicionadas de la metafísica, de la interioridad, etc. etc.?

¿Cómo hablar “mundanamente” de Dios? ¿Cómo somos cristianos “irreligiosos mundanos”? ¿Cómo somos ek-klesía,”los que son llamados” sin considerarnos unos privilegiados en el plan religioso, sino más bien perteneciendo plenamente al mundo?

Entonces, Cristo ya no es el objeto de la religión, sino algo por completo diferente: realmente el Señor del mundo. ¿Pero qué significa esto? ¿Qué significan el culto y la plegaria en una ausencia total de la religión?