Olga Larrazábal, 20-Junio-2013

El 17 de noviembre de este año Chile elegirá a su nuevo presidente. La gran concertación de centro-izquierda, que parece elegirá pronto a la expresidenta Bachelet como su candidata, tiene muchas opciones de ganar a la otra coalición de derechas, la del presidente Piñera que no puede repetir. Pero en la concertación disputa el puesto a Bachelet un activo político democristiano, Claudio Orrego, que sobre el que escribe hoy Olga. Una buena ocasión para discernir qué se oculta bajo lo que se dice en las campañas electorales, con interesados y ambiguos mensajes.

¿Qué habrá detrás de ese “¿Y qué ” del candidato Orrego?

¿Una proclamación de la existencia de Dios? ¿Una baladronada? ¿Y nos aporta algo esta afirmación?

Nuestro estimado candidato Claudio Orrego, y digo estimado porque pienso que es un buen muchacho, está preso de un concepto religioso que le sirve de slogan. Y digo preso, porque no se da cuenta de varias cosas.

Una que dice relación con la creencia en Dios, que la mayoría de las veces dice más sobre la persona que cree, que sobre el Dios en quien cree. Me explico, nadie sabe lo qué es Dios, ni nadie sabe quién, si es que hay un “quién” en ese Dios.

Existe por lo tanto, un Dios diferente para cada persona. Cuando Stephen Hawkings, el físico teórico habla de Dios, no está hablando del dios de Orrego, ni del Dios de Jesús, ni del Dios de Lutero, ni de mi Dios.

Cada uno le mete su proyección o la proyección de su tradición al Dios que dice creer, y si uno les pregunta en qué Dios creen, cosa que deberían saber si es que hablan del tema con tanta soltura de cuerpo, si son inteligentes e ilustrados, tendrán que confesar que no saben nada.

Es más, los teólogos más ilustrados hablan respetuosamente “del gran misterio”.

De modo que la frase de Orrego es más bien demagógica, pero no dice nada.

Suponiendo que Orrego contestara: “Creo en el Dios de Jesús”, lo cual es aparentemente aclarador para los cristianos, tampoco es aclarador para un teólogo. Comenzarían las preguntas:

¿A cuál Jesús te refieres? ¿Al Jesús judío piadoso que aparentemente cree en el Dios judío del antiguo Testamento? Al Jesús del Evangelio de San Juan que es el Logos de la filosofía griega? ¿Al Jesús de Marcos que le entrega el poder de curarse a las personas y ve su Reino de Dios en la revolución de valores, abandono del lucro y de la explotación y una nueva relación entre las personas? ¿Al Jesús que se amistaba con mujeres y enfermos para curarlos, y se enemistaba con la casta sacerdotal y la opresión romana? ¿Al Jesús del emperador Constantino, el Panthocrator, que tenía los atributos de los dioses griegos y ganaba batallas apoyando al Imperio Romano y cuyo heredero es el Vaticano?

Ven, hasta de la lectura de los Evangelios y de las historias de las religiones cristianas, hay diversidad de opiniones sobre lo que quiso decir Jesús, que para los cristianos actuales es la encarnación del Dios universal. Y si incluso Jesús, que fue un ser humano presenta tantas aristas, porque los periodistas y divulgadores de su tiempo lo interpretaron de forma diferente, y su manager, San Pablo, no lo conoció nunca….

Vamos a tener que solicitarle a este chico, que no haga afirmaciones de carácter religioso, porque primero que nada, no dice nada explícito que mejore o empeore su campaña. Es más, nos entra la desconfianza acerca de qué cosas le puede haber comunicado su Dios en forma personal.

Y ya tenemos bastante con que Jaime Guzmán se le ande apareciendo a Longueira y la virgencita de Peñablanca al joven ese, Miguel Ángel para legitimar a Pinochet.

Necesitamos a líderes con el corazón humano bien puesto, honestos y valientes, que sepan interpretar las necesidades del pueblo antes que las Sagradas Escrituras, que son de su digestión privada. Y para interpretar las necesidades del pueblo, se necesita escucharlo e interpretarlo en su realidad actual, y no mediante ningún texto religioso.

Y así como el economista Sir John Maynard Keynes dijo de algunos políticos fervientes liberales “son esclavos de algún filósofo o economista muerto” así también debemos andarnos con cuidado de “algunos esclavos de alguna religión viva que ignora las reales necesidades de la humanidad.”

Y de paso preguntarle a los candidatos que dicen defender la vida microscópica e intrauterina en nombre de Dios, cuál es su posición con respecto a los transgénicos y verduras envenenadas con glifosato, hormonas y antibióticos que nos están matando, y su falta de controles en Chile, que es una arista de nuestra realidad actual.

Olga Larrazábal S
Junio  2013