Monseñor Demetrio Fernández

El obispo de Córdoba, Demetrio condena la participación del jesuita González Faus en un Congreso Trinitario. Lo he leído en la prensa. Lo he tenido que releer varias veces para confirmarlo. Este Demetrio tiene la habilidad de crear charcos para meterse en ellos. 

“Concretamente, no comparte ni aprueba la comparecencia del teólogo José Ignacio González Faus, s.j, que sistemática y públicamente se instala en el disenso del Magisterio de la Iglesia, y en este caso de la sana doctrina sobre Cristo y sobre la redención de Cristo.

El Obispo de Córdoba lamenta la falta de diálogo por parte de la Orden Trinitaria con el Pastor de la diócesis en estos temas de doctrina católica, en los que el Obispo es el responsable para todo su territorio. La fe de los sencillos es puesta a prueba, y el Pastor debe velar por los más débiles especialmente en el campo doctrinal.

Córdoba, 16 de mayo de 2013
El cardenal Amigo inaugurará el Congreso. La sesión de apertura del congreso, que tendrá lugar a las once horas en el salón de actos del Rectorado de la Universidad de Córdoba, estará presidida por el cardenal don Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo Emérito de Sevilla. En ella intervendrán el padre José Narlaly, Ministro General de la Orden Trinitaria y don José Manuel Roldán Nogueras”, Rector de la Universidad de Córdoba. Estaba anunciada la intervención de Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, pero el prelado ha rechazado intervenir.

COMENTARIO. El nivel intelectual de nuestro episcopado español nunca fue digno de tener en cuenta. Excepto casos como el cordobés Osio (256-357) Hispania no produjo buenos ejemplares. Tenemos buenos misioneros, tenemos algunos buenos obispos misioneros en tierras lejanas, tenemos buenos vinos, tenemos buenos jamones, pero el clima de nuestra Conferencia Episcopal no produce obispos de nivel.

Nuestros obispos actúan como dueños. Producen risa. Se creen dueños de no se sabe qué verdad. Cada día tienen menos influencia en la sociedad, ni si quiera en la eclesiástica. Incordian allá donde van. Necesitan una mitra, algo rojo y algún secretario para sentirse realizados. 

¿Quién les dijo que representan a Jesús? ¿Quién les dijo que forman parte del club de los “doce”?

Ahora que hablamos de reformar la Iglesia, el Vaticano, el Papado no olvidemos que es urgente transformar todo el tinglado episcopal. La imagen más cercana al pueblo son los obispos y estos son (la mayoría de las veces) impresentables.

Luis Alemán Mur