Con un ajusticiado como base era imposible comenzar. Ajusticiado por las autoridades y muerto en público. Si hubiera existido la televisión, su muerte habría sido televisada. A las autoridades les convenía certificar su muerte. Pero a sus seguidores más devotos, la muerte del Maestro les hacía imposible comenzar la misión con un muerto. Antes de hablar del mensaje había que demostrar que había vuelto a la vida. Si cuando vivía creaba problemas, después de muerto creó muchos más.

Hubo dos preguntas muy claras y dos respuestas confusas o difusas: ¿Quién dicen las gentes que soy yo? Y segunda, vosotros ¿quién decís que soy yo?

Murió. Eso es cierto. Y muchos, más de quinientos según Pablo, le vieron con vida. Y eso se convertía en el centro del mensaje al mundo: la muerte se puede convertir en vida. Incluso más, para vivir antes hay que morir.

Pero ¿quién es Jesús? Esa es la pregunta a la que el cristianismo,-las masas de creyentes- tiene que responder.

Durante dos siglos se reunieron los obispos y teólogos en cuatro concilios para encontrar respuestas. Los concilios eran convocados y presididos por los emperadores de todo occidente. Nicea (325) Constantinopla (381) Éfeso (431) Calcedonia (481)

¿Qué relación tenía Jesús con la Divinidad? ¿Qué relación tenía con la Humanidad? ¿Era una Mezcla de la divinidad y la humanidad? ¿Era una apariencia? ¿Había una Persona? ¿Naturaleza, Persona? ¿Su Madre, de quién es Madre? Dos siglos discutiendo. Allí se lució lo que llamamos “escolástica” esa escurridiza lógica del sistema Aristotélico en manos de intereses políticos, clericales, con envidias y pasiones populares…etc. Amparados todos bajo el paraguas del Espíritu Santo.

Para responder hoy a la pregunta de quién es Jesús, no sirven aquellos concilios. Y si me dicen que soy hereje, respondo a Rouco, Camino y el novato Rico Pavés

-Bueno vale, para Vds. La perra gorda.

-¿Pero qué perra gorda?

-¡Ah no sé! ¡La que Vds. quieran! Qué hoy se metan Vds. con Juanjo Tamayo o Pagola, lo veo lógico, a ellos les sigue y comprende la gente y a Vds. no.

Personalmente he llegado a esta convicción: Jesús, en quien creo firmemente, cuanto más hombre más creíble. No solo “humano” sino vulgarmente hombre

Si se casó o no, es asunto de la revista Hola y del Vaticano. Ya no es asunto de cristianismo ni de teología.

Luis Alemán Mur