Salmo LXLVI
R/. El Señor reina, altísimo sobre la tierra
El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R/.
Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.
Porque tú eres, Señor,
altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses. R/.
Tiniebla y nube lo rodean
Entre Tú, Señor, y nosotros dominan las tinieblas y las nubes.
A veces nos es muy difícil entreverte. Vivimos de fe. ¡Y que no nos falte nunca, Señor!
“Encumbrado sobre todos los dioses”
De eso, yo no dudo nunca. Aunque las nieblas y las nubes se conviertan en tormentas.
Luis Alemán Mur