Frase evangélica: «Se volvieron dando gloria y alabanza a Dios»

1. El anuncio del nacimiento del Señor invita a pregonarlo «apresuradamente». María acude rauda a visitar a Isabel, y los pastores se apresuran a descubrir a Jesús. Asociados al coro angélico, los pastores dan «gloria y alabanza a Dios», porque se ha instaurado la paz.

2. La paz no es ausencia de guerra (mera tregua) ni equilibrio de fuerzas adversarias (guerra fría) ni situación de calma impuesta (orden público). La paz es «Shalom», armonía con Dios, con los hermanos y con la creación: es felicidad espiritual y material, consecuencia de la justicia, la libertad y el amor.

3. La paz es un don de Dios en Cristo. «príncipe de la paz”. A la hora del nacimiento de Jesús, el mensaje que los ángeles pregonan es: “paz a los hombres que Dios ama”. La paz es, asimismo, una tarea de todos y de cada uno (GS 78). Es responsabilidad común de la persona entera, porque es una aspiración profunda; es consecuencia del respeto a la dignidad personal; es cultura solidaria, bienes compartidos, sociedad justa. Pero la paz está amenazada constantemente por el pecado personal y social. No es algo del todo hecho, sino un constante quehacer.

REFLEXIÓN CRISTIANA:

Al decir «feliz año nuevo», ¿qué deseamos de verdad?

¿Empezamos el nuevo año en paz?