Salmo XXIII

R/Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria

Del Señor es la tierra y cuanto la llena, 
el orbe y todos sus habitantes: 
él la fundó sobre los mares, 
él la afianzó sobre los ríos. R/. 

¿Quién puede subir al monte del Señor? 
¿Quién puede estar en el recinto sacro? 
El hombre de manos inocentes y puro corazón, 
que no confía en los ídolos. R/. 

Ése recibirá la bendición del Señor, 
le hará justicia el Dios de salvación. 
Éste es el grupo que busca al Señor, 
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,

Esta es la visión de un creyente. Es una visión que conlleva problemas y soluciones. Pero la existencia de Dios también nos trae problemas y soluciones. Pero ¿qué sabemos nosotros?

“El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos”

Esto decían y cantaban los creyentes en Israel. Después de Jesús, el monte del Señor y su Templo, será en primer lugar para los pobres, marginados y desechos de la sociedad en los que nadie ha confiado. ¡Esta es la gran sorpresa de la era de Jesús! ¡Esta es la buena nueva cantada por ángeles a los pastores! El mundo será cristiano cuando esto suceda, empezando por la navidad.

Luis Alemán

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 1, 1-7

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para el Evangelio de Dios,

que fue prometido por sus profetas en las Escrituras Santas y se refiere a su Hijo, nacido de la estirpe de David según la carne, constituido Hijo de Dios en poder según el Espíritu de santidad por la resurrección de entre los muertos: Jesucristo nuestro Señor.

Por él hemos recibido la gracia del apostolado, para suscitar la obediencia de la fe entre todos los gentiles, para gloria de su nombre. Entre ellos os encontráis también vosotros, llamados Jesucristo.

A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados santos, gracia y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Palabra del Señor