Frase evangélica: «Él salvará a su pueblo de los pecados»

  1. Mateo compone la genealogía de Jesús en forma de siete septenarios o semanas de generaciones. La humanidad está representada por cuatro mujeres (prostitutas, adúlteras o extranjeras): Tamar, Rajab, Rut y Betsabé. Con María aparece una nueva humanidad.
  2. Según Mateo, Jesús es la culminación de una historia (genealogía) y la aparición de una nueva creación (fecundidad total por el Espíritu). En la primera creación, según el Génesis, Dios sopló sobre el mundo material; en la segunda, según el evangelio, Dios infundió su Espíritu en el seno de María. Jesús significa «Dios ayuda», «socorre» o «salva». Es el Salvador del pecado de toda la humanidad desde sus raíces; es el «Emmanuel», el «Dios con nosotros».
  3. En el relato de la concepción de Jesucristo, según san Mateo, aparecen tres personajes: 1) José, el justo o recto, fiel a Dios, que espera el cumplimiento de las promesas y que es figura del resto de Israel. Al mismo tiempo, es un hombre dubitativo que tiene miedo de la cercanía de Dios; se debate entre el amor al prójimo (no puede difamar) y el amor a Dios (quiere cumplir la Ley). 2) María, obediente a la palabra de Dios y a la fecundidad del Espíritu; contribuye a que Dios nazca. 3) El ángel, la voz de Dios, que disipa las dudas, anuncia el nacimiento y encarga a José dar el nombre a Jesús.
  4. La fe cristiana es fe en la acción, intervención y presencia activa de Dios: Dios está totalmente en Jesús. José, sorprendido, se fía de la voz de Dios; pasa de la inactividad (el sueño) a la acción. María cree en la eficacia del Espíritu; incorpora y hace presente a Dios.

REFLEXIÓN CRISTIANA:

¿Creemos en la presencia activa de Dios?

¿Obedecemos a la voz de Dios?