Salmo L

R/. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre.

V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Mi sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.

“Me pondré en camino adonde está mi padre”

Es bello saber que tu padre te quiso siempre, que el amor del Padre que está en el cielo te dio un padre en la tierra. Es duro que millares de niños crezcan sin padres. ¡Señor, suple la orfandad también en la tierra!

Oh Dios, crea en mí un corazón puro

Señor, no son los huesos ni las venas. Es mi corazón el que se hizo viejo. Quisiera morir con un corazón de niño que espera llegar a una casa del Padre.

Señor, hoy mi oración es por aquellos millones de humanos que no sienten el calor de un padre aquí en la tierra y no saben nada de un Padre en el cielo.

Luis Alemán Mur

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,12-17):

QUERIDO hermano:
Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio, a mí, que antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente.
Pero Dios tuvo compasión de mí porque no sabía lo que hacía, pues estaba lejos de la fe; sin embargo, la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí junto con la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús.
Es palabra digna de crédito y merecedora de total aceptación que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero; pero por esto precisamente se compadeció de mí: para que yo fuese el primero en el que Cristo Jesús mostrase toda su paciencia y para que me convirtiera en un modelo de los que han de creer en él y tener vida eterna.
Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios