¿INTERVIENE DIOS?


Es la pregunta que ha servido de mofa para no creyentes. Es la pregunta que ha torturado a intelectuales creyentes. Es la pregunta de cuya respuesta depende nuestra fe de andar por casa. Es una pregunta que para los cristianos es similar a ¿Dios existe?

Sin embargo, detrás de esa pregunta hay otra tan difícil o igual a la que tampoco encontramos respuesta sin acudir a la fe ¿cómo actúa Dios?

La existencia del Universo es la existencia de unas leyes físicas que son porque Dios es. Los seres humanos son porque son libres. No es posible imaginar a Dios teniendo que recurrir a los estados de excepción suprimiendo leyes y libertades para entrar él en acción. Es problema de sesudos pensadores. Conviene leerlos, pero sin olvidar la fe ingenua de infancia: Dios es. El sabrá cómo es.

Eso de que el Espíritu Santo elige al nuevo papa, puede fomentar el cachondeo entre no creyentes y creyentes. Eso de echar la culpa a Dios por los resultados es tan infantil que parece mentira que señores tan solemnemente vestidos de rojo, lo repitan una y otra vez. O no saben teología, o no tienen fe, o buscan un burladero.

Quizá sea más bella la respuesta que algún día, cuando todo sea luz, nos den a la pregunta de cómo actúa Dios, que la respuesta a si Dios existe.

Creo en el Dios Padre que enseñó Jesús, según los evangelios.

El Dios anunciado por Jesús no nos fallará nunca. Me siento unido a los que por toda la Tierra creyeron o creen en ese Dios que anunció Jesús, padre de débiles y pobres de la tierra.

Todo y todos podemos fallar, pero la palabra de Jesús nunca fallará.

Necio el que pone su confianza en ídolos fabricados por el hombre.

La historia trasporta verdades y errores. Habrá que separar la paja del grano.

Los doctores de las universidades y los sacerdotes de los templos, enseñan verdades y errores. Habrá que separar la paja del grano.

Del corazón y de la mente de todo hombre brotan la cizaña y el trigo. Habrá que separar la paja del grano.

Al morir todos llevaremos algo de grano y algo de paja. La selección final es cosa del Dios Padre.

Mientras tanto, en cuestiones de fe, algunos nos podrán ayudar. Conviene oír. Pero nadie podrá suplantar nuestra responsabilidad. A nadie podremos culpar de nuestros errores. Nuestra fe es cuestión nuestra y de Dios.

Luis Alemán Mur