Domingo 12º del Tiempo Ordinario – Ciclo B
Marcos 4,35-40:
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla.»
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón.
Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?»
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: « ¡Silencio, cállate!»
El viento cesó y vino una gran calma.
Él les dijo: « ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?»
Se quedaron espantados y se decían unos a otros: « ¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»
Palabra del Señor
Con frecuencia se nos presentó el evangelio de Marcos como un escrito más bien simple pensado a modo de índice que serviría como base al resto de los evangelistas. Este enfoque sirvió para no comprender bien el contenido intencionado de Marcos.
“Dijo Jesús a sus discípulos”: «Vamos a la otra orilla.»
Los signos de reino. Para el evangelista, la vida de Jesús es una continua llamada a la vida que él trae que no es otra que la vida del Padre.
Marcos anuncia a su pueblo humillado y empobrecido como es el galileo, un acontecimiento liberador como es el reino de Dios.
La base de su anuncio una colección de 6 milagros en torno al lago de Galilea: la tempestad en el lago, el endemoniado de Gerasa, la resurrección de la hija de Jairo, la mujer con flujos de sangre, la comida a los cinco mil, la travesía a pie del lago.
Estos dos milagros sobre la travesía a pie del lago forman una unidad literaria que delimita toda la colección anterior.
Los testigos de estos milagros son exclusivamente los discípulos que deben eliminar el miedo y madurar en la fe en el agente mesiánico.
Él les dijo: « ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?
Con esta respuesta de Jesús Marcos descubre la confesión pascual sobre el Señor exaltado como soberano mesiánico.
Luis Alemán Mur