¿Un cardenal ‘africano’, próximo arzobispo de Sevilla?

Cristóbal López podría suceder a un Asenjo que clama a gritos su relevo

 


Catedral de Sevilla

 

 

La situación clama al cielo. Incluso entre quienes, durante años, se han opuesto a su pontificado. “Está completamente ciego de un ojo, y con la visión de apenas el 20% del otro”, susurran, en la sede del Arzobispado de Sevilla. Juan José Asenjo necesita ser relevado ya, y de nada sirven las excusas -reales o ficticias- que llegan desde Nunciatura. Algunos, incluso, apuntan a que el relevo podría darse este mismo fin de semana.

¿Quién será el nuevo prelado de la ciudad del Guadalquivir? En los últimos días, desde sectores ultraconservadores, postulan la candidatura del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. El prelado, que ya sucedió a Asenjo en Córdoba, podría hacerlo también en la capital hispalense. Sin embargo, y pese a la insistencia -el propio Demetrio ha estado esta semana en Roma, aunque por otros cometidos-, no parece que, esta vez, vayan por ahí los tiros.

Como decíamos la pasada semana, salvo dos excepciones, los nombramientos de obispos están ‘congelados’. Una de las excepciones es el Arzobispado Castrense. La otra, la diócesis de Sevilla. Por relevancia, pero también, por humanidad: Asenjo no puede más. De hecho, llegó a plantearse la posibilidad de una especie de ‘regencia’ del cardenal Amigo, pero pronto se desechó: sería un golpe demasiado duro para muchos.

Como ya apuntara en enero RD, uno de los candidatos que suena con más fuerza, y que daría a Sevilla, de nuevo, la ansiada púrpura (la traería puesta, de hecho), es el salesiano español Cristóbal López, actual arzobispo de Rabat. Como dijimos en su día, “sería todo un ‘bombazo’ y una llamada de atención a los obispos españoles. Un recuerdo de que el Papa quiere pastores, y no urdidores de tramas. Dicen”. Hoy, sin desmerecer las opciones de otro cardenal, sevillano también, también romano, Miguel Ángel Ayuso; y sin descontar (a día de hoy nadie sabe nada a ciencia cierta) las opciones, casi descartadas, de Ginés García Beltrán y Fernando Chica. Veremos.