Salmo LXVI

R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R/.

 

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman (temer es respetar) hasta los confines del orbe.

Más que ser obsesivos en pedir a Dios por nuestras ruindades, quizá nos convenga más pedir y desear que Dios sea reconocido “que todos los pueblos le alaben”

Que Dios nos bendiga a todos; que le respeten hasta los confines del orbe.

Luis Alemán Mur