Domingo 20º del Tiempo Ordinario Ciclo A

Mateo 15,21-28:

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor

Creo que va quedando claro que el evangelio de Mt es como una nueva edición de Marcos con un mejor estilo, mejor orden didáctico, aumentado con nuevo material cogido del Documento Q y de bagaje propio de Mt. Para comprender mejor el proceso de la redacción hay que tener presente las fechas en las que se escribieron estos evangelios como en cualquier otro escrito antiguo. Mc se escribió muy probablemente en los años 60-65 d. de

C; Mt y Lc entre el 70 y el 90. Entre el 90 y el 100, Juan.

Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón

Con su salida a tierras gentiles, queda claro que Jesús actúa como lo que es: el mensajero del Dios Padre de todos.

Sólo me han enviado para las ovejas descarriadas de Israel”

“Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo”.

Toda enfermedad rara era producida por un demonio. Resulta curioso que para el pueblo sencillo era (y quizá sea aún) más fácil creer en los demonios que en un Dios Padre.

Todo este precioso diálogo con la mujer cananea es una ampliación de la fuente procedente de Mc 7,24

Luis Alemán Mur