Salmo CXLV
R/. Ven, Señor, a salvarnos
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R/.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.
Ven, Señor, a salvarnos
La gran sorpresa de Iahvé: el Mesías Jesús no vino a suplir a David. Se dedicaba a los ciegos, a los inválidos, a los leprosos y los sordos; a que los muertos resuciten, y a que a los pobres se les anuncie el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de Jesús!»
Luis Alemán Mur