El papa ha disfrutado mucho”, según su prima y traductora en Tailandia
EFE.- Bangko (La Vanguardia), 22 nov. 2019
Ana Rosa Sivori, la misionera y prima segunda de Francisco que se ha convertido en protagonista de los tres días del viaje del pontífice argentino en Tailandia al seguirlo incansablemente en cada acto como su traductora oficial, aseguró en unas declaraciones a EFE que “el papa ha gozado mucho” en estas jornadas.
“Hemos vivido días muy lindos, de mucho entusiasmo, y vivencias de toda la gente y no solo de los pocos católicos que hay sino también de los budistas y otras religiones que han vivido este momento tan grande”, explicó la religiosa que llegó hace 53 años como misionera a Tailandia.
Desde que apareció al pie de la escalerilla del avión y recibió a su primo, el papa, con un abrazo y dos besos, se ha convertido en una protagonista del viaje y una importante novedad ya que Francisco nunca había tenido en sus viajes una mujer a su lado para traducir.
“El papa está muy contento y ha gozado mucho de estos días. Esperemos que esta visita nos haga crecer en la fe y en la hermandad que es lo que Él pide siempre”, añadió la misionera, que no ha perdido la sonrisa en las agotadoras jornadas.
Generalmente se elegía a traductores de la Secretaría de Estado vaticana o de la Conferencia Episcopal del país visitado, pero esta vez encontrar un bilingüe español-tailandés era difícil. Ana Rosa y su cercanía con Francisco fue la mejor elección.
Son familia por parte de madre y comparten bisabuelo, uno de cuyos hijos era Francisco -el abuelo de Jorge Bergoglio- y el otro, Juan Emilio -abuelo de Ana Rosa-.
La religiosa estuvo en la reunión privada del papa con el primer ministro, con el rey Rama X y su esposa Suthida, y traduciendo las improvisaciones sobre el texto preparado durante el encuentro de los obispos de hoy.
La hermana Ana Rosa llegó en 1966 como misionera a Tailandia, poco más de un año después de entrar en la vida religiosa, y actualmente es una de las regentes de las cinco escuelas católicas para niñas que tiene la congregación en el país.
La última vez que los primos coincidieron fue en Roma en 2015, durante una parada en el viaje de regreso a Argentina de la monja.
Para mantener el contacto, la hermana Ana Rosa y el papa Francisco son “muy tradicionales” y continúan utilizando las cartas escritas a mano, aunque para “asuntos urgentes” también utilizan el correo electrónico, pero con la mediación el secretario del pontífice.