La Iglesia católica lamenta el asesinato de un sacerdote en Colombia

HONNY RAMOS FUE ENCONTRADO SIN VIDA, ATADO DE PIES Y DE MANOS, EN EL INTERIOR DE SU PARROQUIA

Dos sacerdotes, asesinados a tiros en Bogotá

Violencia. La Iglesia colombiana ha manifestado su consternación tras el asesinato del sacerdote Jhonny Ramos, cuyo cuerpo fue encontrado, atado de pies y de manos, en el interior del templo Jesús de la Misericordia donde era párroco, en la ciudad de Villavicencio, en el Departamento del Meta, a unos 485 kilómetros de Bogotá.

El cura fue visto por última vez la noche del martes, 1 de octubre de 2019. Las autoridades están tras la pista de los responsables. La hipótesis que cobra fuerza hasta el momento es la del robo.

Ramos llevaba apenas 4 meses al servicio de esta comunidad, después de ser trasladado desde la iglesia en el barrio el Morichal de la capital del Meta.

El arzobispo de Villavicencio, Óscar Urbina, quien también es presidente del episcopado, ha expresado su repudio y ha lamentado profundamente este hecho. «Elevamos al Señor las oraciones para que sea acogido en la casa del Padre; pedimos por la conversión de sus asesinos y rechazamos toda forma de violencia que atente contra la vida y la dignidad de las personas», ha dicho Urbina, en un comunicado.

El prelado ha enviado sus condolencias a los familiares y a la comunidad parroquial para que «el Señor les dé consuelo y fortaleza».

En Colombia desde 1984 hasta la fecha han asesinado a más de 100 sacerdotes, según datos de la Conferencia Episcopal.

El papa Francisco beatificó durante su visita al país en 2017 al obispo Jesús Emilio Jaramillo, asesinado por el grupo guerrillero ELN, y al sacerdote Pedro María Ramírez, quien murió el 9 de abril de 1948 durante el Bogotazo.