Salmo CXLIV

R/. Abres tú la mano, Señor, y nos sacias

Que todas tus criaturas te den gracias, 
Señor, que te bendigan tus fieles; 
que proclamen la gloria de tu reinado, 
que hablen de tus hazañas.

Los ojos de todos te están aguardando, 
tú les das la comida a su tiempo; 
abres tú la mano, 
y sacias de favores a todo viviente.

El Señor es justo en todos sus caminos, 
cerca está el Señor de los que lo invocan, 
de los que lo invocan sinceramente. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos, cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente

¡Esto es verdad! ¡Esto es verdad!

Pero no es un cajero de banco

Luis Alemán Mur