RESURRECCIÓN NO HABLAMOS DE MUIERTE SINO DE VIDA

1 de abril 2018. Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Juan 20,1-9:

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: 
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. 



¡HA RESUCITADO. NO ESTÁ AQUÍ!

 

Palabra del Señor

 

Los que creemos en Jesús, anunciamos vida, no muerte.

No sembremos amargura

No sembremos pesimismo

No sembremos rencores

Llevemos luz. Aunque sea la de una vela

Llevemos esperanza

Todo dolor, como cualquier semilla aunque muera se transformará en vida.

La fe sin fraternidad sería una fe pagana.

Creer en el Jesús resucitado es encontrarlo en el hombre como hermano

 

El viernes santo es un día de silencio.