Frase evangélica: «Hágase en mi según tu palabra»

Tema de predicación: EL ANUNCIO DEL SALVADOR

1. «Ángel» significa «mensajero». Los ángeles de Dios, enviados por Él, anuncian la presencia divina en todo el mundo para hacer su voluntad. Representan asimismo el éxtasis místico, la voz de Dios. Tanto María como José escuchan a los mensajeros de Dios. Hablan con ellos como si hablasen con Dios. El esquema del «anuncio» a María es semejante a los anuncios del Antiguo Testamento relativos a Ismael, Isaac, Sansón y Samuel. Según Lucas, María es la “Hija de Sión”.

2. «Encarnarse» significa que algo espiritual toma carne en una realidad material, de ordinario frágil y aun pecaminosa. La encarnación cristiana indica que Dios asume la condición humana, a saber: comparte nuestra pobreza y acepta nuestra miseria para elevarnos a su propia vida. Dios se encarna silenciosamente en el seno de María, mujer sencilla, perteneciente a una aldea desconocida, contrapunto de Jerusalén y del templo judío. María es invitada por Dios a estar alegre «en el Salvador»; es la «privilegiada», la favorecida, la bienaventurada, porque es creyente y está abierta a la voluntad de Dios.

3. El cometido de la vida cristiana es dejarse fecundar por el Espíritu, escuchando la palabra de Dios que llega por medio de mensajeros; teniendo en cuenta nuestra situación y nuestras fuerzas, pero respondiendo a Dios con confianza y entereza. El creyente debe dejarse encarnar por la palabra de Dios; la Iglesia -con el Espíritu de Dios- debe encarnarse más y mejor en el pueblo. Así se recibe el anuncio y se anuncia el evangelio.

REFLEXIÓN CRISTIANA:

¿Escuchamos la voz de Dios?

¿Se encarna la Iglesia en nuestro pueblo?