Salmo CXLVII
Glorifica al Señor, Jerusalén
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz. sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así ni les dio a conocer sus mandatos
El orgullo del pueblo de Israel le ayudó a preservar su religión. Pero más tarde, con el tiempo sería motivo de soberbia y de no comprender a Jesús.
Luis Alemán Mur