Domingo 7º del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 5,38-48:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente.” Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»

Palabra de Dios

“No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.”

¿Acaso el cristiano debe ir de tonto por la vida? ¿Acaso para entrar en el reino de Dios hay que convertirse en franciscano de los de Asís? Si toda una nación (por ejemplo España, Estados Unidos, o Méjico) se convirtiera en cristiana ¿tendría que salirse de la ONU?

Primero: también se dijo “astuto como una serpiente e ingenuo como una paloma”. Parece que nadie nos pide el abandono del sentido común y la sensatez social.

Segundo: A Jesús, parece que les interesaban más las personas que las instituciones. El reino de Dios que anuncia va dirigido a las personas. Una comunidad cristiana es el resultado de sumar uno a uno seguidores de Jesús. Ni siquiera fundó la Iglesia como después resultó ser la Iglesia Católica Romana. La “cristiandad” tendrá sus raíces más o menos en Jesús. Pero no fue diseñada por Jesús. A lo largo de la historia la Iglesia de Roma puso la mejilla, pero con frecuencia abofeteó más que recibió. Con frecuencia alimentó a los pobres, pero con frecuencia vivió ¡y muy bien! a costa de ricos y pobres. Que se lo pregunten a muchos príncipes, llamados cardenales.

Tercero: la esperanza tendrá Jesús el de Nazaret que ponerla en cristianos anónimos y en algún que otro obispo, monja o cura que haya perdido la cabeza y las ganas de prosperar. Las instituciones valdrán y serán útiles en la medida en la que sean útiles las personas que las sostienen.

Luis Alemán Mur