Honran al “obispo de los pobres” con una exposición en São Paulo

Pere Casaldáliga, profesión: Esperanza

Fotografías, cartas y poemas para “sentir el calor” y soñar con la utopía del Reino

Luis Miguel Modino: “Su ejemplo puede ayudar a la sociedad y a la Iglesia a sentir que vale la pena luchar para defender las causas en las que creemos”


Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en Brasil-

Ser señal de esperanza para quien nunca contó para nadie ha sido el motor que ha movido la vida de Pedro Casaldáliga, alguien que siempre ha puesto sus causas por encima de su propia vida y que no ha dudado en defender a los que la sociedad considera descartables.

El reconocimiento de esta valia en la vida del obispo emérito de São Félix do Araguaia ha tenido un nuevo capítulo en la exposición que, con el título “Pere Casaldáliga, profesión: Esperanza”, ha sido inaugurada este 25 de enero en el Centro Cultural São Paulo (CCSP), y que se prolongará hasta el 30 de abril.

En la muestra se recogen imágenes del fotógrafo catalán Joan Guerrero, tomadas en 2011, que ya fueron expuestas en la Casa de América de Cataluña, que es quien organiza esta nueva muestra, en mayo de 2015, teniendo una buena acogida, inclusive en el mundo político, artístico, intelectual, periodístico, empresarial y eclesial de la Ciudad Condal.

Junto con las fotografías son mostradas cartas escritas por Casaldáliga en diferentes momentos de su vida. Él mismo ya decía, en 1984, que “no tengan miedo en publicar cartas, intimidades de las cartas, no. El público quiere sentir el calor. Los obispos están siempre demasiado distantes”.

Un video, en el que distintas personalidades brasileñas expresan lo que la vida y misión del obispo catalán ha significado en la historia de Brasil, especialmente en la de los más pobres, los indígenas y los campesinos Sin Tierra, es otro de los elementos da exposición. A lo largo de casi cincuenta años, el religioso claretiano llegó a Brasil en 1968, asumió y defendió la vida de su gente, buscando caminos de esperanza contra toda esperanza. La historia de Pedro es la de aquellos a los que ha acompañado, rostros anónimos, que expresan la capacidad de resistencia de un pueblo perseguido.

En el momento actual que el mundo y Brasil está viviendo, esta exposición, que nos trae de vuelta el recuerdo de una Iglesia profética, ayuda a descubrir que retomar la esperanza, que siempre estuvo presente en la vida de Casaldáliga y de muchos de sus compañeros de caminada, puede ayudar a la sociedad y a la Iglesia a sentir que hay señales que nos permiten continuar soñando con la utopía del Reino, que vale la pena luchar para defender las causas en las que creemos, que desde la revolución se puede hacer realidad un mundo mejor para todos.

Gran parte de lo que encierra la vida y pensamiento de Casaldáliga aparece recogido en sus poemas, pues si algo él se siente es poeta. Recogemos uno de los que aparecen en los paneles de la exposición y que nos remiten a la esperanza que siempre ha acompañado su vida y profecía.

Yo me atengo a lo dicho:

A la justicia,
a pesar de la ley y de las costumbres,
a pesar del dinero y de la limosna.

A la humildad,
para ser yo, verdadero.

A la libertad,
para ser hombre.
Y a la pobreza,
para ser libre.

A la fe, cristiana,
para andar de noche.
Y, sobre todo, para andar de día.

Y, en todo caso, hermanos,
yo me atengo a lo dicho
a la Esperanza!