El Papa: La reforma de la Curia no es “un maquillaje” que esconde las arrugas

AICA; jueves 22 Dic 2016

 


 

Ciudad del Vaticano (AICA): “Hacer que la Curia (Romana) sea más conforme a su finalidad”, sintetizó el papa Francisco, esta mañana, en alusión a la Reforma que lleva adelante en la Curia, en el extenso discurso que dirigió a los miembros de la Curia Romana, sus colaboradores y familiares, en el tradicional encuentro de intercambio de saludos y augurios ante la inminente Navidad. El pontífice enumeró 12 criterios que guían el proceso de cambio que se está realizando y señaló que la reforma de la Curia romana “no es maquillaje”. No se trata de una cirugía plástica “lifting” para esconder las arrugas. Porque en la Iglesia no se deben temer las arrugas, sino “las manchas”, expresó.

 

“Hacer que la Curia (Romana) sea más conforme a su finalidad”, sintetizó el papa Francisco, esta mañana, en alusión a la Reforma que lleva adelante en la Curia, en el extenso discurso que dirigió a los miembros de la Curia Romana en el tradicional encuentro de intercambio de saludos y augurios ante la inminente Navidad. 

La reunión -que tuvo lugar en la Sala Clementina del Palacio Apostólico y en la que se encontraban presentes los superiores, oficiales, representantes pontificios y colaboradores de las nunciaturas esparcidas por el mundo, junto a todas las personas que prestan su servicio en la Curia Romana, incluyendo a sus familiares-, comenzó con una palabras del cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, que en nombre de los presente manifestó al Santo Padre “la cercanía de toda la Curia y de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano en estos días de gran alegría” y concluyó expresando que “según el don que cada uno ha recibido, todos desean seguir prestando su humilde servicio en favor de su misión de Pastor de la Iglesia universal y de Buen Samaritano por los caminos del mundo”. 

Francisco comenzó su amplio discurso dirigiendo a los presentes sus cordiales “felicitaciones por una santa y serena Navidad y por un feliz año nuevo 2017”. 

Seguidamente el pontífice puso de manifiesto cuál es el verdadero significado de la Navidad destacando que Cristo es el centro y corazón de esta fiesta. “Dios eligió nacer pequeño, -dijo Francisco- porque quiso ser amado. He aquí que la lógica de la Navidad es el vuelco de la lógica mundana, de la lógica del poder, de la lógica del mando, de la lógica farisea y de la lógica causal o determinista”. 

Justamente, subrayó el Santo Padre, bajo esta luz suave e imponente del rostro divino de Cristo Niño, eligió como tema de este encuentro anual la reforma de la Curia Romana. 

“Me ha parecido justo y oportuno compartir con ustedes el marco de la reforma, evidenciando los criterios-guía, los pasos realizados, pero, sobre todo, la lógica del porqué de cada paso dado y de lo que se realizará”. 

Después de recordar que en los encuentros anteriores, en los años 2014 y 2015, se detuvo a considerar, en primer lugar, algunas “enfermedades”, bajo el modelo de los Padres del desierto, y al año siguiente dar una especie de catálogo de las virtudes necesarias que debe tener quien presta servicio en la Curia. Francisco explicó: “Era necesario hablar de enfermedades y de cuidados porque cada operación, para que tenga éxito, debe estar precedida por profundos diagnósticos, atentos análisis y debe ser acompañada y seguida por prescripciones exactas”. 

El Santo Padre sintetizó señalando que “se trata de hacer que la Curia sea más conforme a su finalidad, es decir, colaborar en el ministerio propio del Sucesor de Pedro, lo que significa “sostener al Romano Pontífice en el ejercicio de su potestad singular, ordinaria, plena, suprema, inmediata y universal” y precisó que la reforma de la Curia romana “no es maquillaje”. No se trata de una cirugía plástica “lifting” para esconder las arrugas. Porque en la Iglesia no se deben temer las arrugas, sino “las manchas”. 

“La reforma será eficaz sólo y únicamente si se pone en práctica con hombres renovados y no simplemente con hombres ‘nuevos’. No basta con contentarse de cambiar al personal, sino que se requiere llevar a los miembros de la Curia a renovarse espiritualmente, humanamente y profesionalmente. La reforma de la Curia no se ejecuta con el cambio de las personas –que sin duda se da y se dará- sino con la conversión en las personas. En realidad no basta una formación permanente, se requiere también y sobre todo, una conversión y una purificación permanente. Sin un cambio de mentalidad, el esfuerzo funcional resultaría vano”, agregó. 

Más adelante, Francisco consideró “normal” y hasta “saludable” que surjan dificultades en un proceso de reforma. Mencionó tres tipos de “resistencias”: unas “abiertas”, que nacen de la buena voluntad y del diálogo sincero; otras “escondidas”, que nacen de los “corazones atemorizados y petrificados” que se alimentan de las “palabras vacías del gatopardismo espiritual”; y las restantes, “resistencias malévolas”, que germinan en “mentes distorsionadas y se presentan cuando el demonio inspira intenciones malas”. 

“Este último tipo de resistencia se esconde detrás de las palabras justificadoras y, en tantos casos, acusatorias, refugiándose en las tradiciones, en las apariencias, en las formalidades, en lo conocido, o quizás en el querer llevar todo al plano personal sin distinguir entre el acto, el actor y la acción”, completó. 

Pero lejos de estigmatizar las reacciones, afirmó que todas las resistencias -incluso las menos buenas- son necesarias, “merecen ser escuchadas y animadas a expresarse”. Porque la falta de reacción “¡es un signo de muerte!”. Es más, sostuvo que las reacciones demuestran lo delicado del proceso de reforma, que debe ser vivido con “fidelidad a lo esencial”, “valentía evangélica”, “sabiduría eclesial”, con escucha atenta, tenaz acción, firmes decisiones, pasos concretos hacia adelante y –cuando resulte necesario- “también pasos atrás”, con “incondicionada obediencia”, con responsable potestad, con “mucha oración” y “profunda humildad”. 

A continuación y por esta razón, el Papa enumeró doce criterios o conceptos, que guiaron la reforma, a saber: “Individualidad; carácter pastoral; carácter misional; racionalidad; funcionalidad; modernidad; sobriedad; subsidiaridad; carácter sinodal; catolicidad; profesionalidad y gradualidad”. 

Asimismo calificó de “indispensable” la “archivación definitiva” de la añeja práctica eclesiástica del “promoveatur ut amoveatur”, una regla no escrita por la cual, para quitar a un funcionario de un puesto se necesita enviarlo a otro de similar o mayor importancia. Saliéndose del discurso preparado exclamó: “¡Este es un cáncer!”. 

El Papa quiso dejar constancia del camino recorrido. Por eso leyó un completo resumen de los pasos cumplidos en la reforma. Desde el establecimiento del Consejo de los nueve cardenales en 2013 hasta la creación de los nuevos dicasterios, de Desarrollo Humano Integral y de Laicos, Familia y Vida, en 2016. Pasando por las comisiones sobre el Instituto para las Obras de Religión (“banco vaticano”) y sobre las estructuras económico-administrativas, la institución del Consejo y la Secretaría de Economía; la Secretaría para la Comunicación y la Comisión para la Tutela de los Menores. 

Al final, fuera del texto escrito, el Papa recordó que cuando se refirió a las “enfermedades” de la Curia, un cardenal le preguntó si tenía que ir a confesarse o a la farmacia. “A las dos, le dije”, replicó sonriendo. Y luego señaló que el cardenal Walter Brandmüller le habló de Claudio Acquaviva, el tercer superior de la Compañía de Jesús, quien escribió un libro que él mismo, de novicio, leía en latín. Un texto sobre el cuidado de las enfermedades del alma. Entonces anunció su deseo de regalar a todos los presentes una copia de una edición reciente, del sacerdote Giuliano Raffo, titulada: “Sagacidad para cuidar las enfermedades del alma”.+ 

Texto completo del discurso del Papa 

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Posted by Sergio Mora on 22 December, 2016

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El santo padre Francisco recibió este jueves en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, los saludos y el cariño de la Curia Romana y de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, con motivo de la Navidad 2016.

La Curia Romana equivale a los ministerios para un Gobierno, solo que la Santa Sede no tiene por ejemplo un dicasterio de agricultura, o de industria, pero sí de otra índole, como los que se ocupan de los migrantes, del clero o de la nueva evangelización.

El cardenal Angelo Sodano, en nombre de los presentes  expresó “el deber de estar juntos entorno al sucesor de Pedro, para manifestarle toda la cercanía en estos días de gran júbilo” así como agradecerle por el Jubileo de la Misericordia y la obra de paz que realiza en Oriente Medio. Y desearle de corazón ¡Feliz Navidad!.

Por su parte el papa Francisco señaló que la reforma de la Curia Romana en curso será solamente eficaz si se actúa como con hombres ‘renovados’ y no solamente con ‘nuevos hombres’, porque no es posible contentarse cambiando el personal sino que es necesario llevar a los miembros de la Curia a renovarse espiritualmente, humanamente y profesionalmente. La reforma de la Curia, aseguró “no se realiza cambiando gente”, sino principalmente “con la conversión de las personas”.

En su largo discurso el Papa tras recordar a Dios hecho un niño, lo que invierte la lógica divina y humana, invita en Navidad “a decir ‘sí’ con nuestra fe” y “no al dominador del universo”.

A continuación entró en el tema de la reforma de la Curia Romana, la que se realiza para volverla “conforme con la buena noticia” y al mismo tiempo más conforme a su finalidad que es la de colaborar con el ministerio propio del Sucesor de Pedro”, y orientada al bonum e in servitum.

Señalo que en los anteriores encuentros navideños había hablado de algunas “enfermedades”, que era necesario sanar: las resistencias ocultas, así como y las palabras vacías del ‘gatopardismo‘ que cambia fachada para no cambiar nada. Reconoció que esto implica también escuchar los motivos de las resistencias buenas y menos buenas de un cuerpo vivo,  para “abandonándose a la guía segura del Espíritu Santo”, “rezando, rezando y rezando”.

Señaló que los criterios guías de la reforma son doce: individualidad; pastoralidad; misionaridad; racionalidad; funcionalidad; modernidad; sobriedad; subsidaridad; sinodalidad; catolicidad; profesionalidad, gradualidad y explicó cada uno de ellos.

Francisco indicó también algunos pasos ya realizados, siguiendo las “recomendaciones de los cardenales durante las reuniones plenarias antes del cónclave, las del Consejo de los nueve cardenales, así como de los jefes de dicasterios y de otras personas y expertos”.

La lista de iniciativas realizadas y en marcha es enorme, partiendo de la formación del Consejo de Cardenales (C 9) y de la revisión de la Constitución apostólica Pastor Bonus.

IOR, Apsa, patrimonio, economía y finanzas
La creación de la Comisión de investigación sobre el Instituto para las Obras de Religión (IOR); la institución de órganos judiciales del Vaticano en materia penal; La comisión COSEA para reformar la estructura económico administrativa en cooperación con el C9; la institución del Comité de Seguridad Financiera contra el reciclado; la consolidación de la Autoridad de Información Financiera, instituida por Benedicto XVI; la creación de la Secretaría para la Economía y el Consejo para Economía (ministerio de Finanzas y de control financiero) en sustitución del Consejo de los 15 cardenales; la Oficina de Revisión General, de auditoría y control de los dicasterios de la Curia Romana e instituciones relacionadas con las Santa Sede y Gobierno de la Ciudad del Vaticano; la transferencia de la sección ordinaria de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa) a la Secretaría para la Economía; y en el 2015 se aprueban los Estatutos de los nuevos Organos económicos.

Comunicación
Se crea la Secretaría para la comunicación para reorganizar los medios de comunicación del Vaticano adaptándolos las necesidades y tecnologías actuales. Se promulga el estatuto de dicha Secretaría.

Derecho canónico
Con dos motu proprio el 15 agosto de 2015 se reforma el proceso canónico de las causas de nulidad matrimonial; poco después se armonizan el código de las Iglesias Orientales y el de Derecho canónico.

Tolerancia cero a la pedofilia
La institución de la Pontificia Comisión para la Tutela de los menores. La promulgación de un motu proprio que permite investigar si hubo negligencia de los obispos en los casos de abusos.

Nuevos dicasterios
En agosto de 2016 se constituye el dicasterio para Laicos, Familia y Vida. Se crea también el dicasterio para el Servicio del desarrollo humano integral, donde desde el 2017 confluyen cuatro pontificios consejos: Justicia y Paz; Cor Unum, Pastoral de los migrantes y refugiados. En octubre de 2016 se aprueba el estatuto de la Pontificia Academia de la Vida.