Alepo. Está allí en una esquina. Si es que la Tierra tuviera esquinas. Alepo ya casi no está. Solo vemos cascotes, sangre y lágrimas secas. Bashar al-Ásad la ha masacrado. Este señor, oficialmente es creyente musulmán.

Bashar al-Ásad. Es dentista. Siempre duchado, afeitado y con corbata. Estudió en Londres. Es un criminal defendido y sostenido por otro criminal: Putin. Putin es el que escribe diariamente el guion de lo que debe ocurrir en Siria. Oficialmente es creyente cristiano.

Ambos llevan años moviendo las piezas sobre el tablero de ajedrez de Siria.

Obama: “Puedo afirmar que no hemos tenido éxito (en Siria) y tengo que irme a la cama con eso todas las noches. La responsabilidad sobre la brutalidad de lo que ocurre en Alepo debe recaer sobre el gobierno sirio de Bashar Asad y sus aliados, Rusia e Irán”. Por supuesto Sr. Obama, Vd. ha fracasado. Pero huele a lavatorio de manos lo que diga ahora. ¿No pudo hacer algo más efectivo cuando gozaba de la plenitud del poder? Obama se declara cristiano.

Europa. No existe. Va camino de desaparecer. Le preocupa el Euro y el Brexit. Su capital Bruselas se ha convertido en una inmensa ciudad llena de altos funcionarios con grandes sueldos, y grupos de presión.

A Juan Bautista lo mató un tal Herodes. Decía verdades como puños: ¡Hipócritas, raza de víboras!

Luis Alemán Mur