Salmo CXXI
R/. Vamos alegres a la casa del Señor
Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
Qué alegría cuando me dijeron: ¡Vamos a la casa del Señor»!
Caminar, caminar. Vivir. Vivir sin saber hacia dónde se camina puede crear desesperación, o inmenso aburrimiento. Saber cuál es la última estación da sentido a todas las estaciones previas.
Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén
Soy anciano, Señor: mis pies pisan ya el umbral de tu casa. No tengo limpio mis calzados.
Luis Alemán Mur