La Universidad Católica de América sale en defensa de la “Humanae Vitae”

Teólogos conservadores arremeten contra cualquier cambio en la moral sexual de la Iglesia

Critican el manifiesto de más de un centenar de expertos que pedía el aval a los anticonceptivos

Más de un centenar de teólogos y expertos exige a Roma un “documento magistral” que avale el uso de anticonceptivos

Sostienen que el “significado unitivo” y el “significado procreador” del acto sexual no pueden separarse

Cameron Doody.– Un nutrido grupo de profesores, auspiciados por la Universidad Católica de América, han salido en defensa de la “Humanae Vitae”, después del manifiesto suscrito por más de un centenar de teólogos y expertos proponiendo que la Iglesia revocara la prohibición del uso de anticonceptivos y promulgase un “documento magisterial” que avalase su utilización.

Por contra, estos académicos (590, según la institución), califican de “verdaderas y defendibles desde muchas perspectivas” las doctrinas de la Iglesia sobre sexualidad, el matrimonio y la regulación de la natalidad apuntadas en la encíclica de Pablo VI.

Su declaración, bajo el título “Afirmación de la Enseñanza de la Iglesia sobre el Don de la Sexualidad”, ha sido presentada este martes en la Universidad Católica de América en Washington. Según los firmantes de la nueva proclama, al negar que ni la ley natural ni las Escrituras ofrezcan ninguna base sólida por la oposición de la Iglesia a los anticonceptivos “la declaración del Wijngaards Institute tergiversa seriamente la postura auténtica de la Iglesia católica”.

Confunde aún más al situar el debate sobre el terreno de las leyes biológicas cuando de lo que trata Humanae Vitae -documento teológico primario en esta temática y blanca de las críticas de los académicos de Wijngaards -es de las relaciones de personas con ellas mismas y con Dios.

El manifiesto de los defensores de la Humanae vitae está por publicarse en su totalidad. Aún así, los académicos ya han publicado una serie de 11 puntos que afirman delinean “la verdadera base” de la afirmación de la Iglesia de que los anticonceptivos son incompatibles con el plan de Dios para la sexualidad y relaciones humanas. Es por eso, sostiene, que “la enseñanza católica respeta la verdadera dignidad de la persona humana y conduce a la felicidad”.

La esencia de su argumento es la reafirmación del reclamo en Humanae vitae de que es una verdad revelada que el “significado unitivo” y el “significado procreador” del acto sexual no pueden separarse. Entre las razones por las que los académicos sostienen tal postura, señalan el hecho de que “el don del yo” en el acto marital está figurado en la Biblia para reflejar el don de Dios al crear el universo y entregar a su Hijo único. Este artículo de fe es accesible a la razón, tal y como se presenta, por ejemplo, en la “teología del cuerpo” de Juan Pablo II. Los métodos de planificación basados en la conciencia de la fertilidad de la mujer respaldadas por la Iglesia, además, tienen la ventaja de que “no cuestan nada”, virtualmente, y que “promueven respeto hacia la mujer”.

El manifiesto lo han firmado expertos del tamaño del teólogo papal Wojciech Giertych o los autores estadounidenses de renombre George Weigel y Scott Hahn.