Domingo 16º del Tiempo Ordinario – Ciclo C

Evangelio Lucas 10, 38-42

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada Maria, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.»
Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.»

“Entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.”

“En una aldea“. El nombre Betania es una apropiación de Jn 11,1 Y una mujer llamada Marta”. Este episodio es exclusivo de Lc. Se trata de una escena cargada de posibles significados. El más devoto y dulzón utilizado sobre todo en meditaciones conventuales. Marta la activista y Maria la contemplativa. Para otros, Marta es signo de la iglesia judaizante abrumada por tantas leyes, María cristiana entregada a la única ley válida: “Ésta tenía una hermana llamada Maria, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.”

Llegar a la desnuda realidad histórica será difícil. Primero conviene prescindir de las lecturas devotas. (Los evangelios mueven a la devoción, pero no son libros de devoción) segundo, conviene descubrir, cuando se pueda, la intencionalidad que tuvo el escritor del evangelio, al escribirlo en la iglesia primitiva. No olvidar que los escritores son más predicadores que periodistas.

«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.»

Jesús se considera y actúa como mensajero anunciador de la proximidad del reino de Dios. Le acompañan discípulos y alguna mujeres que siempre le siguen entre ellas María hermana de Marta dueña de la casa. Jesús vive apremiado con el anuncio de la inminente llegada del reino de Dios. ¡Esa es su misión! Para Jesús, todo lo que no esté relacionado con este anuncio es secundario.

“María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.”

Por lo visto eso es ser seguidor de Jesús: escoger la mejor parte según la opinión de Jesús. Porque estamos rodeados de oportunidades y tenemos posibilidad de escoger entre muchos caminos, todos los días. El reino de Dios que anuncia Jesús a las aldeas y por los caminos es una sociedad nueva con hombres y mujeres que proceden como piensa Jesús.

Luis Alemán Mur