“Dios le ha dicho: Ya has trabajado bastante, Senén… Y le ha llamado”

“Nadie como él ha conocido en España, y en lengua castellana, los temas del Nuevo Testamento”

Descansa en el Dios en quien has creído. Gracias por haber vivido y creído como has hecho. Nos queda pendiente el último café pascual

Xabier Pikaza

12 de abril de 2016

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Ha muerto este lunes, mientras venía de celebrar la eucaristía, sentado en el parque de San Francisco, ya cerca de su casa, lleno de vida, rebosante de conocimiento y amor a la Iglesia. Su funeral esta tarde en la Iglesia de San Pablo (Salamanca), donde él realizaba su ministerio, a las cinco de la tarde.

Más que colega ha sido amigo, un interlocutor, de los pocos verdaderos, para tratar de la vida, para comentar los temas de la Biblia y de la Iglesia, en comunión estrecha, en cercanía de alma.

Fuimos compañeros de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, durante largos años, hasta el 1984, en que la vida nos separó.

Yo tuve que dejar la Facultad por cuestiones de administración y de enseñanza. Él la dejó también por temas administrativos… en parte por mí. Me dijo así: “Si tú no estás, yo tampoco quiero estar…” (y así renunció, le renunciaron; era hombre de una sola palabra, recto hasta el límite, fiel hasta la entraña).

Desde entonces hemos seguido unos caminos paralelos, unas veces más lejos, otras más cerca. Él en Comillas, en Valladolid, por América… siempre estudiando y estudiando los temas de la Biblia. Nadie como él ha conocido en España (y en lengua castellana) los temas del NT.

En los últimos tiempos nos hemos visto siempre, sin falta, dos o tres veces al año, al calor de un café. Nos hemos animado, hemos gozado de la vida y de la Biblia. Este domingo de Pascua (27.3.16) me puso unas letras: Felicidades, nos vemos… Le contesté “nos vemos, felicidades”. Estábamos para quedar, uno de estos días.

Pero la muerte le ha sorprendido este mediodía (11.4.16) mientras venía de celebrar la eucaristía. Se sentó al solecillo frío de estos días de primavera salmantina en el Parque de San Francisco, quizá cansado, con su libro…. y allí le ha sorprendido la muerte, en forma de infarto.

Dios le ha dicho: Ya has trabajado bastante, Senén… Y le ha llamado. No ha terminado de publicar todos los comentarios al NT como había proyectado. Nos ha dejado obra, nos ha dejado trabajo, para terminar el suyo.

Así le quiero recordar esta tarde, conmocionado todavía por la noticia. Mañana será el funeral, posiblemente, en la parroquia de san Pablo, en Salamanca.

Desde aquí quiero enviar mi mejor abrazo a su hermano, Marciano, moralista y, sobre todo, amigo, con quien estuve en Madrid el mes pasado.

Un día, más adelante escribiré mejor la semblanza de Senén, hecha de casi 40 años de teología compartida. Hoy me limito a recoger tres “notas” que ha venido publicando en los últimos meses sobre su vida y obra.

Adiós, Senén. Nos queda por subir juntos a las Médulas, junto a tu pueblo. Pero llevamos el recuerdo de haber vivido y trabajado y querido juntos, tú con gran fidelidad, con sabiduría inmensa, con gran amor a Jesús a su pueblo, que son los hombres y mujeres de la tierra (como siempre me decías).

Descansa en el Dios en quien has creído. Gracias por haber vivido y creído como has hecho. Nos queda pendiente el último café pascual.