Querido P. Jorge Mario Bergoglio

    Obispo de Roma, Papa de la Iglesia

    Cuando sólo faltan tres días para que Vd inicie su viaje a África, para hacerse presente y anunciar el Evangelio de Jesús en Kenia, Uganda y Centroáfrica, dado que yo no dispongo de otro medio para ponerme en contacto con Vd, me atrevo a utilizar la página abierta de RELIGIÓN DIGITAL, para pedirle encarecidamente que suspenda por ahora y posponga para más adelante este viaje. Vd ha dicho, desde la valentía y coherencia de su corazón de “Buen Pastor” de la Iglesia universal, que piensa hacer el viaje a toda costa, incluso exponiendo su propia vida al peligro de cualquier amenaza, por más grave que sea. Es evidente que el aprecio y amor, que Vd siente por los habitantes de África, tiene más fuerza que el amor a su propia vida. Y esto es admirable, ejemplar, heroico. Pero, aun reconociendo lo que acabo de indicar, con toda humildad y sencillez, me atrevo a pedirle, querido padre, que no viaje Vd a África en el momento histórico que estamos viviendo. Por una razón muy sencilla y muy fuerte. El problema más grave y más preocupante, que se plantea con esta visita del papa a Kenia, Uganda y Centroáfrica, no es el peligro de muerte que amenaza al papa, sino el peligro de muerte para los miles de personas que se van a concentrar con motivo de su visita a esos países. Suspenda el viaje, P. Jorge Mario, por ahora. Lo podrá hacer en otro momento, cuando la amenaza de muerte para miles de seres humanos inocentes no sea tan inminente e incluso tan probable como lo es en estos días.

    Rezo a Dios, el Padre de la Misericordia y de todas las bondades, que le ilumine, si es que todavía las cosas se pueden organizar de otra manera.

    Con profunda admiración y afecto,

    José María Castillo

    Granada – España