Salmo CXLV 

R/. Alaba, alma mía, al Señor

Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

 

El Señor abre los ojos al ciego.
El Señor endereza a los que ya se doblan.
El Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.

Este es reino del Padre.
Por esto luchó aquel Galileo.
Por este reino se complicó la vida.
Por este reino murió.

Luis Alemán Mur