Salmo XXXIII,
R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada.
Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor.
¿Hay alguien que ame la vida
y desee días de prosperidad?
Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella. R/.
Ved qué bueno es el Señor
Rodeados de mal y destrozos. Rodeados de dolor y oscuridad. Solo la fe nos proporciona el descanso de ver qué bueno es el Señor.
Guarda tu lengua del mal, tus labios de la falsedad; Cuando el estómago del alma está podrido, la lengua huele mal lo mancha todo de mal sabor.
Luis Alemán Mur