“Hace años que tendría que ser posible que se ordenen tanto hombres como mujeres, tanto célibes como casados”(Juan Masiá, sj)

“Puede que también nosotros tengamos en la Iglesia lo que en política llaman ‘la casta'”

“No obedecí a los obispos atemorizados por Rouco: la ley injusta no se obedece”

La doctrina no es una cosa que esté ahí para no caerse, es confundir la fe con las creencias: la fe no cambia pero las creencias que la expresan cambian y evolucionan

Juan Masiá, s.j

José Manuel Vidal

Buenos días, Juan. ¿Qué haces en España en estos días? ¿Estás dando alguna charla? ¿Y en Japón, qué haces?
Pues en Japón ya he terminado en la universidad y ahora continúo con el otro trabajo que tenía antes en la Comisión de Justicia y Paz, en el Comité Social de los obispos en la Conferencia Episcopal y en el instituto interreligioso que tenemos de la Conferencia Mundial de las religiones (la sección asiática tiene un instituto interreligioso para la paz). En estos dos trabajos estoy.

¿Sigues siendo asesor oficial de la Conferencia Episcopal Japonesa?
Sí, pero no hay que ponerse medallas por ello, hacemos trabajitos de segundo grado.

Como por ejemplo, traducir la Evangelii Gaudium al japonés.
Sí, además fue una gran satisfacción. Ha sido uno de los últimos trabajos de los que me he ocupado que además, para satisfacción del traductor, este lenguaje que tiene nuestro Papa Francisco es más fácil de traducir y queda mucho mejor cuando lo traduces al japonés que cuando lo traduces al inglés. Cuando dice “no os dejéis arrebatar el cielo” o cuando dice “que esta Iglesia esté en salida” o cuando dice “que los obispos que tienen olor a oveja”, esto se puede decir estupendamente en japonés. La exhortación esta apareció en verano y poco antes había aparecido la traducción de la encíclica que publica en común con el Papa Ratzinger que tenían preparada, “La luz de la fe”, y han salido las dos editadas por la misma Conferencia Episcopal, aunque yo solo me encargué de la exhortación de Francisco. Y la reacción de la gente es la que ya sabes: la de Francisco se entiende, no parece que sea un Papa el que habla porque se entiende lo que dice.

¿Eres optimista respecto al cambio y reforma que se está dando en Roma? ¿Cómo la ves, factible o no?
El que mucho de estos gestos suyos suenen como algo inaudito, tremendo, pionero, es síntoma de lo mal que estábamos cuando esto suena, porque todos estos gestos no son más que la repetición de lo de Juan XXIII, que nos habíamos olvidado de ello. Cuando estudias la Evangelii Gaudium en detalle, ves que está recogiendo el concilio y sobre todo la línea de Pablo VI en la Evangelii Anunciandi, el tema del sínodo del 71, un tema de fe y justicia, inseparable de la evangelización. Es todo una unión, esto de Francisco no es una cosa así totalmente nueva ni inaudita: es aquel gran cambio del Vaticano II, de hecho ya durante el mismo concilio quedó frenado. Y Pablo VI consigue que algo tan importante salga votado prácticamente por la totalidad de los dos mil y pico obispos, pero lo consigue al precio de haber metido una serie, de hacer algo que ahora tanto el Papa Francisco como el mismo cardenal Kasper, cuando habla de los temas de la familia, creo que se sienten obligados a hacer y dicen siempre como prólogo que conste que no cambian nada en la doctrina, que únicamente van a hacer unas pequeñas aplicaciones, porque si no lo dijeran así se les echarían encima. ¡Aun diciéndolo así se les echan encima!

¿Pero las resistencias, que el mismo Papa Francisco reconoce, que hay dentro y fuera de la Curia son por cosmovisión eclesiológica o porque les ponen en cuestión su forma de vida?
Pues yo no sé si serán las dos cosas: puede que nosotros también tengamos lo que los políticos llaman una casta, puede que la Iglesia tengamos un montón de ellas, episcopales o cardenalicias. Pero fíjate que Ratzinger, nada más hacerle Papa, el discurso más importante que pronuncia sobre la interpretación del Vaticano II, es para decir, en favor del Vaticano II pero no hubo ruptura sino continuidad. Juan XXIlI cuando convoca el concilio lo primero que les dice es la sustancia no cambia sino la expresión por los tiempos; dicho de esta manera aun el más recalcitrante te admite algunos cambios. Y así y todo la reforma de Juan XXIII. Mira cuando hacen Papa a Pablo VI: querían que no siguiera el concilio. Entonces el gran paso es que él dice que el concilio sigue adelante y va con esas diplomacias de tira y afloja…

Tú en eso vas más allá, ¿crees que tiene que haber cambios doctrinales?
Hombre sí, lo bueno en el Vaticano II es el tema de la evolución de la doctrina, fíjate que un tema como este ahora están hablando de los divorciados vueltos a casar(que si van a recibir la comunión, el problema de la comunión no es problema, de hecho en un montón de sitios, yo mismo lo he vivido en Japón, se les está dando la comunión; además, los que vienen son unos pocos entre los muchísimos casos que hay, que son precisamente los que no había que hacer problema son personas que por las circunstancias que sean se han separado, se han vuelto a casar… el caso es que están aquí y están en comunión con la Iglesia).El problema no es ese, el problema es decir que la indisolubilidad es una característica de esto, que esto es irreformable, que esto es de derecho divino y de derecho natural: eso no se puede decir, pero se está diciendo. Entonces, reconocer que esto es una doctrina y, como todas, ha evolucionado; que lo que está en el Derecho Canónigo, que no tendría ni que existir, es una cosa que ha surgido en la Historia y por evolución.

¿Esta es la tesis de Kasper, o Kasper se queda a medio camino?
No, Kasper se queda completamente corto: fíjate que a lo más que llega es a que, a estas personas que se están en un camino penitenciario, que vengan a hablar, que se confiesen, que tal… Pero no, lo que se debería de hacer, pero claro esto nos llevaría muy lejos, es precisamente el tema que hemos estado tratando ahora en los seminarios, el tema de casarse en la Iglesia y en la sociedad: la boda dura una hora, el matrimonio es un proceso y tarda una vida y muchas veces a mitad de eso se interrumpe y no sigue. El matrimonio es una promesa, es un contrato y es un símbolo. La promesa es de los dos cónyuges, o una pareja de hecho: yo me comprometo contigo y tú conmigo, siendo responsables antes el cónyuge y, si se dan las circunstancias por lo que se rompen, somos responsables: esto se ha roto ¿Qué hacemos? A lo mejor hay que recomponerlo, a lo mejor no se puede recomponer pues nos tenemos que separar.

¿Pero la doctrina de la indisolubilidad, no es un dogma?
A eso es a lo que voy, pero ni muchísimo menos, pero claro, esto dicho así en una entrevista y en dos palabras, es difícil de explicar, habría que explicarlo más. Lo que os escribí una vez para el blog fue que, lo primero, se casan (no los casa el cura, se casan ellos); segundo, se casan en la sociedad, no son simplemente una pareja de hecho sino que han hecho los trámites (en Japón sería solamente ir al registro civil, aquí sería el matrimonio civil) pero no los casa el juez lo mismo que el cura, solo da fe de que se han casado ellos. Con lo cual son responsables también ante la sociedad, entonces a la hora de separarse también intervendrá la sociedad con unas condiciones, y se casan en el caso de bautizados y creyentes, en la Iglesia, por lo tanto este matrimonio es una promesa, es un acuerdo, y es también un símbolo, entonces la Iglesia no dice como en los telefilmes, que te reproducen las palabras del cura diciendo: ” Os declaro marido y mujer” ,”Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”, o “Ya puedes besar a la novia”; estas tres frases pertenecen al ritual y yo por ejemplo no las digo de esa manera, sino de otra manera cuando celebro una boda. Son tres mal entendidos, porque diciendo declaro marido y mujer parece como si yo os declaro y que automáticamente es una abrakadabra y quedáis convertidos en marido y mujer en este momento y ya está: la indisolubilidad… La hay, pero no es una característica estática del matrimonio, es una meta, un ideal: yo declaro, soy testigo de que os habéis comprometido entre vosotros a convertir vuestra unión en indisoluble, viviendo juntos y a lo largo de toda la vida, os vais a querer, vais a formar una familia…

¿Pero por qué este entendimiento dinámico de la doctrina da tanto miedo?
Porque no hemos hecho el cambio este ni en filosofía, ni en antropología ni en doctrina. Porque tenemos una mala teología una mala antropología y una mala filosofía. Entonces te citarán que Jesús ya dijo, citando al Génesis, que “se separará de su familia, se unirá su mujer y se unirán en una sola carne” y con esta cita ya tenemos la indisolubilidad. Pero espera: Jesús está citando el Génesis como utilizándolo como utilizaban la Biblia ellos en sus discusiones con los que manejan esa misma Biblia para decirles “oye, y vosotros le estáis dando permiso al marido para que él pueda hacer lo que la mujer no puede que es firmar este papelito y luego la despide por capricho, pues esto no puede ser”…, en el contexto dice eso. Pero coger esa frase y decir que es un derecho divino y es inmutable, todo eso ha surgido a lo largo de la Historia…

¿Lo que estás diciendo es que habría que repensar toda la moral matrimonial y sexual?
Yo la empiezo a repensar desde la antropología, dice el filósofo Paul Ricoeur la promesa: yo te prometí ayer a ti venir aquí a las doce, he llegado a tiempo pero si no hubiera llegado a tiempo te hubiera llamado por teléfono para disculparme, pero bueno el ser humano es capaz de prometer y capaz de traicionar: el perrito y la perrita que se unen se unen sin más no se prometen. El ser humano es capaz de prometer, pero ¿tú puedes demostrarle a alguien que vas a cumplir una promesa? Si a ti te preguntan antes de casarte, ¿tú estás seguro de que es la mujer de tu vida? Demuéstramelo. La única manera de demostrarlo, de testimoniarlo, pues te lo demuestro viviendo con ella, lo de hasta que la muerte nos separe no debería ser así, debería ser hasta que la vida nos una, esa vida que vais a vivir juntos logrando convertir esta unión en indisoluble.

¿Cómo ves el sínodo que está abordando esta problemática? ¿Hay demasiadas expectativas, va a haber frustraciones al final?
Desde el principio pensé que había demasiadas expectativas y temo que se repita, ya que se está repitiendo lo que pasó en el Concilio, con lo difícil que es conseguir estos cambios porque hay una reacción muy fuerte. Entonces se acaba en lo de Pablo VI, en lo diplomático. Unos documentos que dicen sí pero…, no pero…Es una pequeña puertecita: esa pequeña puertecita que dice una solución pastoral para que todas estas condiciones por fin pasen aunque sea por suficiente mayoría; ahora los recasados van a poder comulgar pero con estas condiciones. Mira, dicho así en bruto, con estas palabra a lo mejor suena a periodístico, así como hay parejas de hecho. el casarse en la sociedad (matrimonio civil) y además casarse en la Iglesia ante Dios, también puede haber un divorcio de hecho, un divorcio civil, lo mismo que intervino el derecho a la hora de inscribirse como pareja en la boda, en el divorcio también interviene el derecho, para proteger los derechos de los dos cónyuges y de los hijos, y esto según los países está de distintas maneras, interviene el derecho para proteger, así como la parte de promesa de los dos la protege la conciencia de los dos: en una pareja de hecho el ideal es que la responsabilidad sea ante la conciencia, aunque a veces se rompan de mutuo acuerdo y a veces no, esto a nivel personal. A nivel social, matrimonio civil, hay un acuerdo, por lo tanto ya no solo es el aspecto únicamente de promesa.

¿Y ante la Iglesia?
Lo mismo que intervino la Iglesia, en el caso de los bautizados que han querido casarse, no solo ante la sociedad sino ante la Iglesia, rodeados por la comunidad y el sacerdote diciendo: “Dios bendice vuestra unión” y ha intervenido la Iglesia no para hacer una ceremonia mágica y ponerles un sello de insolubilidad, sino de parte de Dios que Dios os ayude en este proceso de haceros uno, pues lo mismo que ha intervenido así en el caso del divorcio tendría que decir, mira hemos llegado a esta situación, si es reversible y se puede arreglar aceptando la culpa y pidiendo perdón, muy bien, pero si es irreversible y nos hemos divorciado, aquí hay una herida que sanar, lo mismo que a la hora de la boda la Iglesia bendijo esa unión, pues también ahora aquí tendríamos que tener una manera para acogerlos, para curar las dos partes, la herida que haya quedado. Por ejemplo, uno dice ” a mí es que después de esto que ha pasado como que me encuentro , como que últimamente he dejado de venir a la Iglesia”, pues no, hombre, tienes que seguir viniendo para que te ayudemos a sanar esa herida: la intervención de la Iglesia debe ser para sanar, no para decir cómo has hecho esto, estás en pecado y estás fueras de la Iglesia, al igual que intervine para bendecir, intervengo para sanar y lo mismo que el derecho, que intervino entonces para testimoniar, ahora el derecho debe intervenir para proteger los derechos.

¿Algo así es lo que se está haciendo en la Iglesia ortodoxa o no tiene nada que ver?
Hay un proceso penitencial y un bendecir esta unión, esto sería lo más parecido, pero yo iría más lejos tomarlo: totalmente en serio, sería lo que de hecho estamos haciendo. Hace un mes he tenido dos casos de estos, yo es que me ocupo también de la pastoral de los emigrantes latino americanos en la diócesis de allí, porque como esta pastoral tiene que ser en tres lenguas, japonés, portugués y español, tenemos unas misas trilingües porque estos cónyuges uno sabe japonés pero el otro no, sabe brasileño y el otro al revés y los hijos que vinieron de allí sí pero los que se han educado en Japón ya solo saben japonés). Vamos, que está a la orden del día, estos matrimonios de alguien que estuvo casado, bautizado y consumado pero pasó lo que pasó y este está hace años separado, la mujer está en otro país o al revés, han pasado los años y ahora resulta que está casado civilmente, tiene hijos con la anterior y ahora con ésta y ahora vienen aquí a la Iglesia y es hora de la primera comunión de la niña, que es del matrimonio anterior, no estaba bautizada…¿qué hacemos? ¿Tú vas a decirle ahora que ella no la puedo bautizar? Aquí lo que hay que saber es diferenciar, porque una cosa es lo canónigo, una lo moral y otra lo pastoral. La teología moral es mucho más abierta que lo canónigo, que es solamente válido esto y nada más, y la pastoral es mucho más amplia que la moral y el Evangelio más amplio que todo lo demás y el criterio último es qué haría Jesús aquí que es lo que dice el mismo Derecho Canónigo cuando dice: ” y todas estas disposiciones exceptuado lo que requiera la salvación de las ánimas”, es decir, lo que se requiera para tratar a las personas como personas, sanando lo que haya que sanar. Ese criterio relativiza desde el primer canon hasta el último Derecho Canónigo.

El cambio en la moral sexual tendría que llevar consigo…
Es que ahí el problema es que antropológicamente arrastramos años y siglos de un lastre que cuesta mucho quitárselo. La sociedad en general, pero también el lado católico, ese lastre se lo ha quitado ya que de hecho va por un lado la doctrina y por otro la praxis…

Es que la praxis no tiene nada que ver, así que o damos carta de naturaleza a la praxis o seguimos en esa hipocresía.
Pues si le vas a preguntar a uno sobre los papeles canónicos, oye, esta pareja que ha venido me ha preguntado que si por estar así y no estar casados están en pecado o no, y le vas a preguntar esto a alguno… Yo he tenido varios casos, uno de ellos muy simpático, de una pareja que se va a casar que dice por las razones que sea que se van a casar tal año, ahora está lo del piso, ahora está tal, ahora está cuál, ahora la boda…, Pero nosotros somos tan creyentes como antes y no hacemos algo tan tradicional como es la misa de esponsales, lo que se decía antes en el lenguaje civil de pedir la mano, de la toma de dichos…Eso se puede hacer, quién ha dicho que esté prohibido: si te coges el bendicional y te miras la lista de bendiciones que hay, una bendición para la mujer embarazada, para que Dios le conceda que nazca con salud…¡Si se bendicen hasta los animales el día de San Antón!

¿La humanae vitae es superable, se puede tocar o no?
Ni tocarla ni no tocarla: simplemente olvidarla, esto no es más que una encíclica y nada más y ya pasó a la Historia.

¿Pero compromete la infalibilidad o no?
No, no, en absoluto. El mismo Pablo VI con su propio bolígrafo tachó una línea en la que le querían decir la palabra infalibilidad, esto ni tiene que ver con el tema de infalibilidad. A veces la gente cree que estos problemas no son de moral: son de eclesiología, de creer todo lo que dice el Papa de la noche a la mañana, de la primera a la última línea del observatorio romano, como si fuera un dogma de fe… Infalible.

Si es tan claro y tan evidente, ¿por qué está costando tanto?
Una institución tan grande con tanto siglo con este lastre a cuestas, la Historia de dos mil años, es un tesoro y un lastre al mismo tiempo. Y soltar lastre cuesta muchísimo.

¿Pero sin soltar lastre no conectaremos con la gente joven?
Pues ahí está: que cuando sueltas lastre llegas tarde, fíjate cuando allá por los años 60 por fin, venga a poner en práctica lo del Concilio, vamos a modificar un poco la liturgia de cómo realizar el sacramento de la penitencia es reconciliación y cuando por fin sale, sale una cosa que es ni chichas ni limonás, porque no admiten lo de la absolución en común, que lo estamos de hecho practicando en muchos sitios porque es necesario. Pues resulta que dicen ha salido una renovación, pero si esto llega tarde, es como aquel hortelano de Murcia que no consentía que compraran un carro, tenía que ser la carreta tirada por bueyes y sus hijos tenían más dinero y él no consentía…Luego vinieron los nietos y ya tenía cerca de 80 años, le convencen los nietos, que hay mucho dinero ahorrado, compre usted un carro de caballos, no una carreta de bueyes, y el hombre al final accede y dice sí, pero es que con el carro de caballos no se puede ir por la autopista y dice, paso por el aro, bueno, pues entonces compremos un Seat, lo del Seat es de hace años, esto ya pasó, quedará alguno por un museo. Quiero decir que cuando por fin llega a la Iglesia es como decir hemos pasado de la carreta de bueyes y ahora en adelante vamos a ir todos, después del sínodo, porque ha hecho un gran cambio el Papa, vamos a ir todos en coche de caballos, sí: por la autopista ahora hay que ir a otra velocidad. Y eso por desgracia está pasando con todos los cambios.

¿Estamos condenados a llegar tarde?
Hace años que tendría que ser posible que se ordenen para el ministerio ordenado tanto hombres como mujeres y tanto célibes como casados. Y ahora dices no, el tema del celibato opcional no se puede tocar, bueno, a lo mejor se va a poder medio tocar. No, no si es que hace años, no el celibato opcional, sino el que se ordenen tanto célibes como casados y que coexistan y convivan en la misma parroquia. Un ministerio en equipo se lleva por hombres y mujeres laicos, hombres ordenados, mujeres ordenadas, hombres casados ordenados, célibes, en fin, esta concepción tenía que haber empezado hace más de 50 años. Para cuando llegue, de aquí a unos años, porque ni siquiera Francisco podrá, tendrá que ser el siguiente, o el siguiente del siguiente, que empezará a decir, oye lo del celibato opcional a lo mejor se puede considerar…Pues llegará demasiado tarde.

¿Pero la tendencia está marcada, está empezada y es imparable?
Se dijo en el sínodo y están los datos: yo ahora de memoria no te lo puedo decir, si hubo una mayoría o una minoría y luego aquello de como todos los sínodos que ha habido últimamente: lo del sínodo iba al Papa y ahí se quedaba. Si ahora en el sínodo consigue Francisco que lo que salga de allí no se quede oculto y lo saque del sínodo y lo incorpore y lo haga suyo y público, esto sí que será el cambio de la sinodalidad. Pero esos cambios grandes son los que cuestan.

O sea que los cambios son muy lentos.
En la Evangelii Gaudium da una clave en esa parte que es muy difícil pero que es muy suya cuando dice eso del “todo y la parte”. Y ahí dice, en vez de hacer un cambio espectacular de la noche a la mañana, hay que desencadenar procesos y que como procesos desemboquen en ese cambio, porque si no, lo único que conseguirá será como un político un cambio para ganar las elecciones pero sin visión de estado, pero uno con visión de estado ve que hay que hacer esto pero aun perdiendo yo consigo desencadenar un proceso que al siguiente del siguiente mío va a poder hacerlo. En algunas cosas de estas es notable viéndolo en las notas y pies de páginas si está en contacto mucho Francisco con cosas de Benedicto y sobre todo de Pablo VI.

¿Tú notas esta primavera en los teólogos: actuáis con menos miedo, tomáis menos precauciones?
Yo es que no estoy aquí en España, no sé si te acordarás otra vez que vine, hace años, que dije que la situación de aquí me parecía anómala y se asustaron mucho. Donde yo estoy más bien es un mundo tan distinto: unos obispos que están encantados con las cosas que se dicen en la Evangelii Gaudium, ¡es tan distinto! Conozco a un teólogo japonés bautizado de adulto muy fiel y un teólogo extranjero de un poco antes del Vaticano II y noto su miedo… Hay un poco de miedo, de todas estas cosas que le gustan tanto a los obispos japoneses porque dicen esto lo habíamos pensado de siempre pero creíamos que esto no se podía decir y claro cuando ven que lo dice Francisco… Esto de los rebautizados y vueltos a casar lo digo en el sínodo del 81 antes de que salga la Familiaris Consortio de Juan Pablo II: en aquel sínodo un obispo, del cual no recuerdo el nombre, de Austria y un obispo, que por aquel entonces no era cardenal, el arzobispo de Tokio, dijo esto: este tema hay que repensarlo. Tuvo una intervención muy preparada porque antes de ir al sínodo nos pidió a la Facultad de Teología que le diéramos un informe de lo que habían escrito teólogos. Entonces fue cuando le recogimos ese material en el que estaba, que el mismo Ratzinger había dicho muy tímidamente algo de esto, se marchó el arzobispo al sínodo con este material y lo dijo allí. Y luego nos contó a la vuelta de eso: dije esto y al salir me riñeron los cardenales y me fui a mi habitación y estaba yo tan apesadumbrado. Y le llaman al teléfono varios cardenales europeos invitándole a cenar esa noche para consolarle y le dijeron eso que estás diciendo: vosotros seguid diciéndolo, que los de aquí decimos las cosas mirando a Roma y no nos atrevemos, decidlo vosotros. Me decía el otro día el que fue su obispo auxiliar, que hoy ya está retirado, comentando las cosas de Francisco: fíjate, esto fue lo que comentábamos en los años 80 que había que decirlo…

¿Te gustaría una cierta rehabilitación de los teólogos, no solo de los condenados, sino de los marginados: de los que estuvisteis en la diana de los más ultras?
Casi me haces un honor si me pones en la lista de teólogos condenados, yo es que no he estado condenado nunca…

Pero perseguido a un nivel menor, a nivel de blog, etc…
Bueno sí, que me cesaron como si fuera una penalización administrativa, unos meses antes de jubilarme me cesaron, pero no me van a rehabilitar y más estando jubilado ya. Yo estaba aquí en Madrid prestado por Japón para una sustitución. Cuando me cesaron aquí volví, ya que me estaban esperando los obispos japoneses para seguir trabajando en la Conferencia con ellos. Estas cosas son una mera penalización administrativa que los jesuitas de España, que le tenían mucho miedo a ´Rouco, les dijeron a los de Japón: “este que no venga por aquí ni nos escriba que nos venga mal a los de aquí”. Pero esto es una cosa un poco más anecdótica.

¿Ese miedo se ha evaporado?
Pues yo no lo sé si lo tendrán o no, yo lo que sé es que si me mandan una carta diciendo que “te lo prohibimos”, pues les diré como les contesté entonces diciendo, esto es una ley injusta y yo en clase de moral enseño que la ley injusta no obliga, así que no os voy a obedecer. Y esa carta no la vuelven a contestar… Estas cosas hay que tomárselas con un poco de humor.

¿Y sin personalizar?
Sería bueno que dieran avisos, como el que tuvo Sobrino. Hay congregaciones que no condenan nunca, pero el sentido de la fe también pasa por rehabilitar. Lo mismo que los santos: ¿no están canonizados Ellacuría y Monseñor Romero? La voz del pueblo ya los ha canonizado. Yo siempre digo el Día de Todos los Santos que ni son todos los que están ni están todos los que son. Marciano Vidal, por ejemplo, está más que rehabilitado sólo por todo lo que lo usamos en las clases de moral.

Pero tendría que haber un gesto explícito…
Hombre, sería buenísimo. Pero por desgracia estas cosas pasan en la Iglesia cuando la persona ya se ha muerto. Tendríamos que leer más Historia de la Iglesia, para saber que muchas cosas no son una ficción, pero también para aprender a ir relativizándolas. Verlas con humor más que con molestia. Dentro de cien años, ¡todos calvos!