Salmo XLVI

R/. Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas

Pueblos todos batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
Porque Dios es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.

“porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra”.

No hay nada más sublime que el Ser, ni más terrible que la nada.

Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado

Con un reinado muy diferente a nuestros reinados. Pero reina.
Sobre un trono muy distinto. Pero que hace ridículas nuestras fantasías

Luis Alemán Mur