Los grandes errores se cometen al olvidar y por no saber interpretar la historia

Primer error: olvidar. Corremos el dramático error de comenzar continuamente la historia. Cuando olvidamos, volvemos a empezar como Sísifo con la pesada carga de nuestra historia. Cuando se repite la historia sin memoria, volvemos a caer en los mismos hoyos o derrapar en las mismas curvas. El hombre o los pueblos que olvidan no caminan hacia triunfo alguno sino hacia las mismas trampas. La memoria es fuente de la sabiduría. Pero como también es fuente de amargura preferimos el olvido. El ayer no podemos desgajarlo como una rama seca de nuestra vida. Puede que solo cuelguen del ayer frutos secos. Pero alimentan.

Segundo error: no saber interpretar. Enterarse sin entender. El error más frecuente. Se puede leer un libro sin enterarse de lo que ha dicho; se puede vivir en el mundo sin saber lo que está pasando; se puede sacar una licenciatura sin saber de qué. Dominar la Biblia sin haberse enterado de nada, o de haberla interpretado al revés.

Esto de interpretar sea quizá la labor más sabia que puede hacer un ser humano: Interpretarse a sí mismo, interpretar a los demás, interpretar el Universo, interpretar el tiempo.

Luis Alemán Mur