Rouco se encastilla en el palacio episcopal 

Rouco Varela se niega a salir del palacio episcopal y cederlo a su sucesor

Fidel Herráez podría continuar como auxiliar un año más, mientras Franco y Camino se postulan para Segovia y Barbastro

Jesús Bastante

Los últimos acontecimientos -incluyendo el malestar vaticano tras su decisión de encastillarse en el palacio episcopal, adelantada por este portal- han llevado a que Rouco limite sus despedidas a actos que ya se están llevando a cabo con sacerdotes en las vicarías, un encuentro con los seminaristas y, esta misma semana, una despedida en la Universidad Eclesiástica San Dámaso, donde el cardenal inauguró, por última vez, el curso. Aunque ya ha adelantado que le gustaría permanecer como gran canciller -algo que, según estatutos, está reservado al arzobispo titular-.

Con su despedida oficial, Rouco deja algo de margen para que su sucesor, Carlos Osoro, pueda ir entrando en contacto con algunos de los responsables de la diócesis.

Según ha podido saber RD, Osoro ha comprado un utilitario -un Peugeot 308- para poder mantener sus primeros contactos, dado que aún no tiene la seguridad de poder tomar posesión del Palacio Episcopal.

Fuentes de la diócesis han informado que, en los últimos días, Rouco Varela -quien también se ha comprado un auto nuevo, un Passat de alta gama– medita abandonar antes de final de año el palacio episcopal para dejar paso a Osoro quien, por el momento, residirá con las Hermanitas de los Pobres.

Al parecer, se le habría ofrecido una casa en Alcobendas, pero el purpurado la ha rechazado porque querría permanecer en la capital (se habla de un piso en la calle Mayor). No obstante, algunos de sus colaboradores, azuzados por Roma, están intentando convencer al purpurado de la necesidad de “poner tierra de por medio” y no poner “palos en las ruedas” del pontificado de Carlos Osoro, quien comenzará su andadura en la diócesis de Madrid el próximo 25 de octubre.

Entre sus primeros pasos, Osoro habrá de decidir qué hacer con sus tres obispos auxiliares. Algunas fuentes han apuntado que el nuevo arzobispo de Madrid quiere formar su propio equipo, aunque querría contar -al menos durante los primeros meses- con Fidel Herráez, quien en la práctica ha sido quien ha llevado el día a día de la diócesis desde hace más de una década. Su premio podría ser el Arzobispado de Mérida-Badajoz, toda vez que Celso Morga gana enteros como sucesor de Gil Hellín en Burgos.

Por su parte, César Franco y Juan Antonio Martínez Camino podrían encontrar nuevos destinos, siendo los preferentes las diócesis de Segovia y Barbastro-Monzón. Aunque no se descarta que el ex portavoz episcopal pueda tomar una suerte de “año sabático”, dedicándose a impartir ejercicios espirituales por diversos países de España y Latinoamérica.