Salmo 24,
R/. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando. R/.

Recuerda, Señor,
que tu ternura y tu misericordia son eternas;
no te acuerdes de los pecados
ni de las maldades de mi juventud;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.

Señor, enséñame tus caminos
El fiel israelita harto del cumplimiento de las leyes, secas e improductivas se vuelve a Dios, con mucha frecuencia pidiendo cuáles son sus caminos. Parece que Jesús nos indicó que no hay más camino que el hermano

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas

Es el hombre el que necesita que Dios “no se olvide de su misericordia y ternura” ¡Es bello recordárselo a Dios!

Luis Alemán