Salmo LXXXIV,
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R/.

«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.» La salvación está ya cerca de sus fieles.
La madurez del pueblo de Israel no era suficiente como para que su Dios, fuese el Dios de todos los hombres. Ese pueblo creyó siempre que Iahvé era propiedad suya. Israel actuó como el administrador de Dios.

Este sentido de propiedad de Dios lo heredaron en gran medida los cristianos. Y en sentido máximo los católicos romanos.

Somos pequeños y miserables hasta para tener fe.