Una hora que invita a empezar de nuevo

Francisco responde a la sensación de que ha llegado un nuevo tiempo


I.Camacho, en Proyección.- La mención del papa Francisco en el título de “Un concilio entre primaveras” (RD-Herder) responde a la sensación de muchos de que está llegando la nueva hora del Vaticano II, una hora que invita a empezar de nuevo.

Pero este libro es sencillamente un recordar lo que el Vaticano II fue, para lo que se ha contado con un grupo muy significativo de personalidades eclesiásticas. Se ha construido así un mosaico que arranca con el recuerdo de Pío XII, de Juan XXIII y de Pablo VI (L. Capovila, H. Raguer, J. M. Laboa…).

La parte central de libro es un estudio de los principales documentos, que corre a caballo entre el texto en sí y nuestras preocupaciones de hoy (M. Gelabert, J. Arregi, X. Pikaza, J. M. Bernal, J. Espeja, A. Montero…). La recepción del Concilio (J. Martín Velasco) y su futuro constituyen la tercera y última parte.

El Prólogo y el Epílogo enmarcan existencialmente la obra y el acontecimiento conciliar: el Prólogo es de un sacerdote que vivió como seminarista el Concilio (José M. Vidal, director de Religión Digital) y ha asistido luego a su progresivo olvido; el Epílogo ha sido escrito por alguien que no vivió el Concilio (Jesús Bastante, redactor jefe de Religión Digital), pero que pudo aprovechar la efervescencia conciliar en su juventud y que deplora la creciente irrelevancia de la Iglesia en la sociedad actual.-