Salmo. CXLVII

R/. Glorifica al Señor, Jerusalén

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sion:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.

Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R/.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R/.

Comentario

Glorifica al Señor que ha reforzado los cerrojos de tus puertas

¡Pues no! El Dios de Jesús no ha reforzado nuestros cerrojos ni nuestras murallas. Nos ha dejado a la intemperie.

No ha puesto paz en nuestras fronteras, ni nos sacia con flor de harina. Y no queremos que nos trate mejor que a ninguna otra nación.

Menos amar a los demás, dudamos de muchos de sus mandatos.