Salmo 103,
R/. Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra

Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor
la tierra está llena de tus criaturas.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor. R/.

COMENTARIO

Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra

Han pasado sobre tu Tierra manadas de hombres como mamuts, devastando prados, pueblos, razas y todas las huellas de tu bondad y belleza. Ven a repoblar. Ven a empezar de nuevo. Ven Espíritu Santo. Empapa de tu aliento la Tierra.