Domingo 30º del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 22,34-40:

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»
Él le dijo: «”Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.” Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

Palabra del Señor

¿Cuál es el mandamiento principal de la Ley?

Es copia abreviada de Mc 12,28-34.

La nueva situación abierta por el acontecimiento liberador del reino de Dios descubre la actitud del amor efectivo a Dios y al prójimo como la relación básica de la antigua alianza de Dios con el pueblo. En ella se concentra el sentido profundo de todos los mandatos de la ley. (Senén Vidal)

El segundo es semejante a él

Nosotros amamos porque él nos amó primero. Si alguien dice “Amo a Dios” y odia a su hermano, es un mentiroso, pues el que no ama a su hermano que ha visto, no puede amar a Dios, que no ha visto. Precisamente este mandato tenemos de él: que el que ama a Dios ame también a su hermano. (1Jn 4, 19-21)

“Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas”

Es bello comprender que Dios no crea cosas ni estrellas ni hombres. Es fuente de vida. Es la vida que viene de Dios la que se transforma en estrellas, mares, inviernos o primaveras. El lenguaje bíblico es fabricado por los humanos. Así es cómo debemos entender eso de “Palabra de Dios”.

Luis Alemán Mur

Luis Alemán Mur