La tristeza es mía

Si no nos mata el virus, lo hará la tristeza” (Pable Ordaz)

Dada mi acumulada edad (Tengo 88 años) he amontonado tristezas. Pero creo que la última, a modo de despedida es la que me invade estos días. Está claro que nací en medio de una nación muy triste. Al menos para la mitad de un pueblo dividido entre buenos y malos. Yo estaba entre los malos y tristes.

No se llama pandemia ni coronavirus. Mi tristeza tiene un nombre más vulgar, y español. Mi tristeza se llama Pedro Sanchez. ¿Es posible que haya llegado a Presidente de España un gitano bien vestido y charlatán? ¿Es posible que una nación vieja con tanta historia a sus espaldas aguante a este mentiroso tan vacío y compulsivo? Su única ciencia es la de manipular la realidad social.

¿Es posible que engañe tanto? ¿Es posible que el pueblo no caiga en la cuenta?

Pues sí. Es posible.

¡Que Dios y que la Virgen del Pilar nos ayuden!

Luis Alemán Mur