Tema de predicación: MARTA Y MARÍA

1. La tradición cristiana (desde Orígenes) ha visto en Marta la acción, y en María la contemplación. Otros han visto en Marta la «sinagoga» de las obras de la ley, y en María la «iglesia» de los creyentes en la Palabra del Señor. Según Lucas, María está «sentada a los pies de Jesús»: representa una cara del discipulado. Marta «se multiplicaba para dar abasto con el servicio»: es otra cara del mismo discipulado. Pero, según Jesús, la soberanía está en la palabra de Dios y en que «sólo una cosa es necesaria»: la confesión del Hijo del Hombre, la búsqueda del reino de Dios.

2. Siempre se han dado y se darán diferentes maneras de entender el cristianismo (de acoger a Jesús, en suma): la hospitalidad de las obras (la justicia) y la contemplación de la Palabra (la plegaria, la liturgia). Pero en la escala de valores prevalece el observar activamente la Palabra de Dios, es decir, escucharla y cumplirla. No se reprocha en el evangelio de hoy la caridad de Marta, sino su ansiedad, inquietud y nerviosismo.

3. La conclusión actual de este evangelio puede ser ésta: hay que ser contemplativos en la acción y activos en la contemplación. O, en fórmula de los teólogos de la liberación, «contemplativos en la liberación». Todo es consecuencia de la acogida que prestemos al Señor.

REFLEXIÓN CRISTIANA:

¿Con que actitud acojo a Cristo?

¿Respeto la manera de ser cristiano diferente de la mía?