Frase evangélica: «Se pusieron a buscarlo»

1. BÚSQUEDA: «Buscar» equivale a indagar, escudriñar, preguntar por algo o por alguien. Evidentemente, el que busca de verdad encuentra. Pero hay personas que no buscan nada, porque tienen de todo, porque son perezosas, porque no tienen esperanza o porque están de vuelta de todo. Naturalmente, hay que saber buscar y disponerse a conseguir lo que se desea. Dios nos sale al paso y debe ser buscado. A veces desaparece de nuestro entorno, y lo perdemos de vista. Pero, cuando lo buscamos con sincero corazón, lo encontramos.

2. Las primeras palabras de Jesús en el evangelio de Lucas, con las que revela la vinculación al Padre de su persona, son éstas: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?». Dichas palabras deben ser relacionadas con estas otras, también de Lucas: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Lc 23,46). El templo y la ciudad de Jerusalén son para Lucas lugares simbólicos de comunidad y de revelación de Dios.

3. No es fácil entender los planes de Dios. Ni siquiera María «entiende». Pero hay tres exigencias fundamentales para entrar en comunión con Dios: 1) buscarlo (José y María «se pusieron a buscarlo»); 2) creer en Él (María es «la que ha creído»); y 3) meditar la palabra del Señor (María «conservaba todo esto en su corazón»).

REFLEXIÓN CRlSTlANA:

¿Sabemos buscar a Dios?

¿Cómo lo encontramos?