Domingo 32º del Tiempo Ordinario – Ciclo B

Marcos (12,38-44):

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: « ¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa.»
Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales.

Llamando a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»

Palabra del Señor

« ¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa.»

Esto se escribió en la segunda o tercera generación de cristianos después de muerto y resucitado Jesús. Parece que son detalles muy vivos en la memoria del Maestro como muy indicativos. Jesús resultó ser un mesías muy diferente al esperado. Pero pasados muy pocos siglos, cuando los seguidores de Jesús se convirtieron en la llamada cristiandad, interpretando al mismo Jesús de Nazaret en un Hijo de Dios, no con la mentalidad judía sino con mentalidad griega o romana. El Jesús de los evangelistas seguía preocupado de las reverencias en la plaza,
los asientos de honor, y los bienes de las viudas.

Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales.

Para construir “nuestra cristiandad” nos convino hacernos amigos de ricos y poderosos y mantener siempre algunas viudas pobres como elementos decorativos y analgésicos.

Bellísima fotografía de ese Jesússentado enfrente del arca de las ofrendas, observando a la gente que iba echando dinero”. Nuestra verdad. La verdad humana la vamos derrochando en pequeños gestos diarios.

Luis Alemán Mur