El Papa Francisco y Lutero

“Lutero, modelo de unidad y comunión en medio de la diversidad”

El Papa Francisco ha ejercido un papel esencial en el acercamiento y diálogo fraternos cada vez más estrecho entre católicos y protestantes

Este año 2017 es un año especial en la historia del cristianismo, pues durante el transcurso de este nuevo año que acabamos de empezar se conmemorará 5 siglos del comienzo de la Reforma Protestante. Ese aniversario constituye un gran paso para el ecumenismo porque tras 5 siglos de enfrentamientos y condenas mutuas, católicos y luteranos conmemorarán juntos por primera vez la Reforma Protestante.

El 31 de octubre de 1517 el monje agustino Martín Lutero clavó en las puertas de la iglesia del castillo de Wittenberg sus famosas 95 tesis con las que condenaba los abusos de la Iglesia Católica Romana cometidas contra los fieles cristianos en aquella época.

Este aniversario es también una ocasión para acercarnos más a nuestros hermanos protestantes. Para ello es necesario empezar a redescubrir a Lutero y su reforma desde un enfoque más integrador y cercano, es decir, pasar de mirar a Lutero como un motivo o elemento de división a verlo como un modelo de unidad y comunión en medio de la diversidad. De esta forma la comunión fraterna entre católicos y protestantes se hace realidad.

En este contexto el Papa Francisco ha ejercido un papel esencial en el acercamiento y diálogo fraternos cada vez más estrecho entre católicos y protestantes. Un ejemplo claro de ello lo constituye la breve visita que hizo el Santo Padre a Suecia para participar en un acto conjunto con los protestantes con ocasión del 500º aniversario de la Reforma Protestante realizada los días 31 de octubre y 1 de noviembre. En dicho encuentro el Papa reafirmó y agradeció los pasos dados para la comunión y el diálogo entre católicos y protestantes.

A través de las palabras del Santo Padre dirigidas a protestantes en general y a luteranos en particular podemos encontrar algunas claves que nos inviten al diálogo y a la comunión fraterna con nuestros hermanos evangélicos.

En una entrevista hecha al periódico La Civiltá Cattolica el 24 de septiembre del 2016, el Papa Francisco dijo que la tradición luterana puede aportarnos dos elementos que nos puede enriquecer: reforma y biblia.

Respecto al primero, hay que tener en consideración que Lutero vivió en una época en la que la Iglesia estaba profundamente corrompida y necesitada de una profunda reforma desde el Cisma de Occidente (siglo XIV). Además por aquel entonces surgía en toda Europa una clara inquietud por reformar la Iglesia y la vida cristiana. En ese momento tan difícil, Lutero quiso dar una solución a través de sus Tesis pero la situación de la Iglesia Romana y de Europa en aquel momento se lo impidió y provocó esa división.

En cuanto a la Biblia, Martín Lutero dio un gran paso para hacer la Biblia más accesible al pueblo. En la época de Lutero la lectura e interpretación de la Biblia estaba bajo el control de la jerarquía eclesiástica de Roma. De hecho la Biblia solo se leía y escribía en latín, lo cual dificultaba mucho la transmisión de la Palabra de Dios a los fieles. Al traducir la Biblia al alemán, Lutero permitió que las Sagradas Escrituras tuvieran más acceso al pueblo y que el pueblo pudiera leerlas e interpretarlas libremente.

Recientemente se publicó un documento conjunto preparado por la Federación Luterana Mundial y el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos con ocasión de dicho aniversario. El documento se titula “Del conflicto a la comunión” y resalta el deseo y el compromiso de católicos y luteranos por la unidad y la comunión mutuas. En dicho documento se reconoce a Martín Lutero como “testigo del Evangelio”, lo cual favorece el acercamiento entre católicos y protestantes.